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28 PROPEDEUTIC\ ESPIRITU,\L las virtudes interiores, y que se les hiciera ver cómo la obediencia a los superiores, la indiferencia para los empleos, la humildad en los oficios más bajos, suplen siempre a las penitencias exteriores, que la salud no puede a veces soportar. Asimismo debían ins– truirlas acerca de la esencia de la Orden v de lo que debía ser objeto principal de su reflexión: renunciar a sus bienes y a sus derechos por un perfecto holocausto para ser– vir a Dios de una manera libre y desinte– resada. Dada la importancia del paso que iban a dar, se han de exhortar a aconsejarse con personas prudentes y virtuosas y prin– cipalmente a pedir luces celestiales por me– dio de la oración y frecuencia de sacramen– tos a fin que su sacrificio sea igualmente libre y santo y que ninguna pasión o afección poco regulada influya en ellas »'. Por su parte las jóvenes que se sentían con vocación, antes de abandonar el mundo, debían intensificar durante un período más o menos lar– go sus ejercicios de piedad. Así lo aconsejaba la Santa Madre a las religiosas encargadas de la for– mación espiritual. No quería que las postulantes esperaran a renunciar al mundo, a sus pompas y vanidades, en el momento de entrar en la clau– sura conventual, como si aquella renuncia se iden– tificara con el cambio del vestido y de la habita– ción. « Consideraba el noviciado más como el cul– tivo de una vocación sólida y comprobada, que como una prueba o una experiencia que 6 Histoire de l'Ordre I, p. 110-111.