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196 LAS COORDENADAS lo el ejemplo de la Madre Margarita Filloleau, la cual supo actuar a maravilla la relación de los dos polos de la contemplación y acción, conser– vando la jerarquía que les corresponde y recono– ciéndoles su respectivo valor. Es un testimonio de importancia singular, porque esta Madre edu– cada en la escuela de la Santa Fundadora, fue ciertamente una de las figuras más preminentes de la Orden hasta su muerte acaecida a la avan– zada edad de 83 años en 1690. He aquí lo que dice el historiador: « Se consagró desde su juventud a la san– tísima V,irgen. Nada anhelaba tanto como reproducir en si sus virtudes, sobre todo la nota distintiva del celo mediante la unión de la acción con la contemplación. En el ejercicio de esta sublime oración aprendió las reglas de su conducta y los elevados mo– tivos de su actividad, en virtud de los cuales durante sus graves ocupaciones ni perdía a Dios de vista ni se distraía del recogimiento ordinario de su espíritu »"'. Y para terminar, aun a trueque de pecar ele prolijos, vamos a transcribir un texto de la His– toria de la Orden, que refleja con claridad y precisión los principios en que se basaba aquel apostolado fecundo y sobrenatural: « El gran secreto del ministerio apostóli– co consiste en armonizar de tal manera la vida oculta con la vida pública, que al entre– garse a las actividades ele ésta no se cause detrimento a los ejercicios interiores ele "º Histoire de l'Orclre II, p. 103.