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166 L\S COORDENAD.\S « Sic ad ipsius decus et imitationem se totum con– fert » 7 • A la actuación de este ideal maiiano en su doble modalidad de vivencia personal e irradia– ción apostólica se consagran las religiosas, como individuos y como colectividad. De ahí que toda su espiritualidad ha de estar como penetrada. im– pulsada y vivificada por el marianismo. Podría quizás establecerse una ecuación perfecta entre la devoción mariana y la realización del progra– ma específico de la Orden: según los grados e in– tensidad de esta devoción personal y colectiva será el logro de la santidad de los miembros y de la eficacia del programa trazado por la Funda– dora. Así se explica la insistencia con que las cons– tituciones cifran y compendian la finalidad espe– cífica del Instituto en el servicio e imitación per– fecta de Jesús y María, claramente referida en el Breve pontificio. Quienes al ingresar en la Orden no sepan leer y escribir, no deben aprenderlo, « pues les será suficiente servir a nuestro Señor Jesucristo y a nuestra Señora con santa simplici– dad y humildad » 8 • Y la Superiora nunca perderá de vista que su deber principal es el de favorecer la consecución del fin del Instituto « para mayor gloria de Dios y de su santa Madre Nuestra Se– ñora, proponiéndose la imitación peJ:1fecta » '\ El décimo de los principios directivos y normativos ; Cf. Formula Instituti n. 1, en Recueil, p. 8. , Cf. Regles et constitutions communes I/3, en Recueil, ¡J. 57. " Cf. Regles de la Premie.re I/3, en Recueil, p. 60.