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160 L.\S C00RIJE\l \IHS A continuación alude a los principios teológi– cos que explican la fecundidad espiritual ele la de voción eucarística considerada en clave mariana, y termina diciendo : « He ahí la fuerza animadora ele la de– voción de las religiosas de la Orden de Nues– tra Señora al santísimo Sacramento, que visitan regularmente a determinadas horas, reciben frecuentemente con mucho fervor v se ven socorridas a la hora ele la muerte''. Efectivamente son muy íntimas las relaciones que unen a la Virgen santísima con la Eucaristía. Con razón se ha puesto de relieve « la influencia o concurso inmediato, directo y aun hipotéticamente necesario de María en la institución de la Eucaristía; porque formando los tres grandes misterios de la Encarnación, del Sacrificio del Calvario y la Eucaristía un todo compacto y completo, hasta el punto que no se puede separar el uno del otro sin destruir la obra prodigiosa de la redención, síguese que para la realiza– ción ele los dos primeros la voluntad de Ma– ría quiso Dios que fuera unida a la del Padre y la del Hijo, esa misma voluntad debe con– tinuar unida en la realización del tercero, complemento de los dos primeros... Luego '" Cf. Histoire de l'Orclre II, p. 470 sig. La última frase alude a los muchos casos que ha referido para demostrar los maravillos efectos de Jo comunión recibida en la úl– tima enfermedad. La terminología empleada en el texto francés carece de precisión teológica, aunque puede y debe entenderse en un sentido ortodoxo. Véanse los es– tudios citados en la nota 40.