BCCCAP00000000000000000000582
151) L\S COORDEXAIJAS 3. - LA DOLOROS,\ PASIÓN. Aun cuando en las reglas y constituciones no aparezcan normas explícitas y ni siquiera alusio– nes concretas acerca de la devoción a Jesús cru– cificado, no es difícil espigar en la vida de la Fun– dadora y en la historia de la Orden episodios que la documentan y confirman. Al contemplar los misterios de la vida de Jesús, Juana de Lestonnac más que por las tiernas esce– nas de Belén y Nazaret o por los esplendores del Tabor se sentía atraida y conquistada por los acerbos dolores de la pasión en fa cima del Cal– vario. Así lo documenta el biógrafo Francisco de Tolosa, el cual no sin fundamento la compara a este propósito con san Francisco de Asís, el llaga– do de la Verna, quien llorando los dolores de la pasión recorría las llanuras de Umbría gritando « ¡ el Amor no es amado, el Amor no es amado!»'ª. La santa Madre hacía como un ramillete con los clavos y la lanza y todos los instrumentos de la pasión y lo ponía sobre su corazón para experimen– tar más intensamente el dolor de su Amor crucifi– cado. Y hondamente conmovida ante el espectáculo de los atroces sufrimientos del « Varón de dolo– res y Esposo de sangre » se la oyó exclamar : «¡Ah hijas mias!, amemos, amemos a Jesús cubierto de Hagas por nuestro amor. Lavemos nuestras almas con la sangre del Cordero. Anatema a quien no ame a J esu- 18 Cf. Mariano M. CICCARELLI, 0.F.M., l misteri di Cri– sto nella spiritualitii francescana, Benevento 1961, p. 426 sig.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz