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INTRODPCCION 15 no umcas, de esta breve expos1c10n, es decir, la vivencia espiritual de la Santa integrada por la de sus primeras colaboradoras; y la legislación de la Orden contenida en el breve fundacional de Paulo V y en las constituciones aprobadas por la autoridad eclesiástica. En primer lugar, puesto que Dios en sus de– signios amorosos eligió a Juana de Lestonnac para realizar una misión específica en la Iglesia y en la sociedad, es evidente que en ella deben refle– jarse más o menos destacadas las notas caracte– rísticas y las líneas directivas sobre las cuales debía actuar su obra y proyectarse luego en cuan– tas aspiraran a recorrer el mismo camino en pos del mismo ideal. En el plan de la divina Provi– dencia los Fundadores están particularmente do– tados para imprimir nuevos rumbos y certeras orientaciones al Instituto que ha de continuar y ampliar la obra comenzada. Y en su vida no es difícil descubrir una doble vertiente o dimensión, una que pudiéramos llamar personal o indivi– dual incomunicable, y otra típica, o de ejempla– ridad y proyección. Esto vale en teoría, o sea en un orden puramente especulativo, pues en la práctica difícilmente se podrán seccionar; y en todo caso es muy probable que los Fundadores no tuvieran conciencia de esta dualidad. Tanto lo que ellos vivían en la intimidad de sus rela– ciones con Dios, como lo que enseñaban y ejecu– taban para responder a su vocación social, ten– día a desarrollar el Evangelio, la vida de la gracia, las virtudes y los dones en un campo determinado y bajo determinadas condiciones. De todos modos,