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1-l-l L\S COORDENAD.\S más amplia acepción- indistintamente se han ins– pirado en El, han vivido su misma vida, asimila– do su cloct1-ina, imitado sus virtudes. Pero es igualmente cierto que, tratándose de un ejemplar y prototipo de modalidades infinitas en sus mis– terios, se dan indefinidos modos de acercarse a El, de participar ele El, ele vivir en El y con El. Sin embargo, los misterios o aspectos ele la vida de Jesús: encarnación, infancia, vida oculta y pública, pasión y muerte, resurrección y glorifica– ción, no se consideran aislados o separados unos ele otros como compartimientos estancos. Antes bien en lodos y cada uno ele ellos, como en todas y cada una ele sus acciones, hay que contemplar, amar y adorar a Jesucristo total, verdadero Dios y hombre verdadero. Pero esta totalidad de visión no significa que el punto de partida y el centro de atracción no difiera de unos santos a otros, y que no tuvieran cada uno de por sí su tónica para participar de lleno a la sinfonía universal de la vida de la gracia en las almas. Por eso se dan tantas modalidades de vivir y actuar el mensaje evangélico. También en la espiritualidad de Juana de Les– tonnac se refleja de algún modo la totalidad de los misterios de Cristo. Pero en esta breve síntesis, después de asentar el principio fundamental de su cristocentrismo, nos limitamos a hacer algu– nas reflexiones sobre la santa infancia, la dolorosa pasíon y la inefable eucaristía.