BCCCAP00000000000000000000582

INTRODUCCION 11 mismos éxitos. El 25 de marzo de 1622, cuando la Madre Fundadora, por designios providencia– les, pasa a otras manos el gobierno de la Orden, la obra perfectamente organizada y orientada con sus ejemplos y enseñanzas, continúa su marcha ascendente. Los nueve monasterios que pasa a la sucesora, al retirarse ella a la retaguardia, prosi– guen el programa inicial. Los frutos de la instruc– ción moral y cultural de la juventud suscitan por doquier admiración y simpatía y se fundan otros monasterios y se organizan otras escuelas. La Fundadora dedicó los últimos años de su vida a revisionar su obra y darle su fisonomía definitiva. A la luz de las enseñanzas de la ex– periencia al actuar su programa en circunstancias diversas, retoca y perfila mejor las constituciones. El 14 de junio de 1638 las refrendaba con una solenne declaración, y el 16 del mismo mes y año el Prelado ele Burdeos las aprobaba. Y así la Orden cuenta con una norma de conducta bien deter– minada, que justifica y perpetúa su presencia bienhechora ante la Iglesia y ante la sociedad. Las religiosas tienen a su disposición las leyes más aptas para realizar su ideal de santificación y apostolado, el venero inagotable de su fisonomía y de su espiritualidad. Desde el lejano 1607 habían transcurrido treinta años. En el mismo período se habían organizado ya otros tantos nuevos planteles de almas consa– gradas con la específica misión de santificarse e infundir nueva linfa vital en el alma juvenil mediante una seria formación cristiana renova– dora de la familia y de la sociedad. Los múltiples

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz