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PROCESOS DE BEATIPICACIÓN Y CANONIZACIÓN DE S. LORENZO 63 Cuatro años más tarde se propone el examen de un milagro: la curación de María Angela Salat y Trull, natural de Cervera, diócesis de Solsona. El cardenal prefecto Juan Archinto despachó las remisoriales el 24 de septiembre de 1788 ; y el 4 de octubre los superiores de la Orden nombraban vicepostulador al P. Sil– vestre de Barcelona, si bien en el proceso actuaría el P. Fidel de lVIataró. Era obispo de la diócesis mons. Rafael Lasala. La sesión inaugural del tribunal se celebró el 1 de diciembre y los 14 testigos convocados declararon desde el 23 de enero al 21 de julio de 1789. Las actas se sellaron en Solsona el 5 de octubre y se entregaron a Silvestre de Barcelona para que las trasmitiera a la S. Congregación. El trasunto se conserva en Arch.Vat., Arch.Congr-SS.Rituum. Proc. 382. Volumen encuadernado en pergamino, sin título; consta de 325 ff., 300 x 210 mm. Está redactado en espaílol, pero hay también declaracio– nes en catalán. El cardenal ponente encargó la traducción italiana a Domingo Campi, quien la terminó el 22 de marzo de 1796. La revisó y aprobó Vicente Donati al día siguiente. Un ejemplar auténtico se con– serva asímismo en 11rch.Vat., Arch.Congr.SS.Ritumn. Proc.383. Volumen encuadernado en pergamino; consta de ;n5 ff., 280 x 200 mm. Mientras se llevaban a cabo estos trámites, se presentó otro milagro: la curación de Pedro Pablo Frigeri, que tuvo lugar en Roma. El mencionado cardenal Prefecto dió las remisoriales el 24 de febrero de 1796, y al día siguiente el cardenal Vicario de Su Santidad, Julio María della Somaglia, nombró el tribunal para discutirlo. Se tomaron las declaraciones de 10 testigos, desde el 5 al 12 de marzo; y el día 23 ya se depositaban las actas en la S. Congregación. El trasunto se conserva en Arch.Vat., Arch.Congr.SS.Rituum. Proc. 381. Un volumen sin título, encuadernado en pergamino; consta de 404 ff., 255x 185 mm. A pesar de la rapidez de las gestiones iniciales, por entonces no se llegó a una conclusión. Y esto por dos razones. La primera de orden público : en febrero de 1798 las tropas fracesas ocuparon la capital y se proclamó la república romana siguiéndose luego las vicisitudes desagradables que afligieron a la Iglesia durante el siglo XIX. La otra razón era de orden técnico, es decir, algunas irregularidades y opiniones manifestadas, como se verá, en el proceso de Cervera. De hecho, la tramitación de la causa lauren- ciana se paralizó durante tres cuartos de siglo. Fué mérito indiscutible del P. Amadeo de Orvieto, nombr "9-':,·. postulador en 1861, si ésta superó felizmente las últimas d' cú1-- 1 -~~:"< tades 11 ". Ante todo, se discutió el problema de la validez ,fe:lo~ · '""' procesos formados a fines del siglo XVIIP 74 , con la aut ~)ación fessi 173 Cf. De postulatoribus gcncra[i/ms, en Anal.O.F.M.Cap. 54(19 )/2~1. \'.\ 174 Brundusina. Canonizatfonis Bcati L,iurcntii a Brimdusio sa J';¡idotis pro- \ . 0 Ordinis Min. S. Francisci Capuccinorum. Positio super validitate 11rocessuum, /;'J e\ /~ -\ ¡G 1,'1\ 1?: ;.\_-·= :;,,:~}/) /i:- M -1 !}7,.4 !- ll

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