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PROCESOS DE BEATIFICACIÓN Y CANONIZACIÓN DE S. LORENZO 3 milagro y por los carismas extraordinarios, visiones, revelacio– nes, profecías, etc. El lado humano, el hecho histórico, el apunte estrictamente biográfico o se omite o se recuerda a trasluz de la santidad. De ahí deriva la visión parcial del conjunto. Por lo ge– neral, hablan muy poco de su carácter, de su formación intelec– tual, de sus luchas y fracasos, y de las otras vicisitudes humanas que entretejen la trama de un individuo en su quehacer ordi– nario. Por lo demás, hay que reconocer que la noticia biográfica perfilada en los procesos adolece de apoteosis, de alabanza eufórica incondicionada, de ejemplaridad unísona y uniforme. En nuestros días se lamenta más que antes esta presenta– ción del santo, que se quiere, sí, ver campear entre sus semejan– tes, pero sin que deje de ser o aparecer uno de tantos. La finura sicológica y humana que hoy atrae y cautiva sobremanera el gusto particular del escritor y del lector, quedaba fuera del campo visual del biógrafo antiguo y mucho más del testigo procesal, convencidos como estaban de que lo único que se les exigía era la comprobación de la presencia de Dios por manera extraordinaria en el individuo de quien hablaban. Ni interesaban mayormente al tribunal estas otras facetas de la personalidad humana. Si acaso, sería el biógrafo futuro, no el juez presente, el encargado de dibujar todos los contornos del cuadro. l,Nos hallamos ante un defecto literario o histórico? ¿o no será tal vez pretender dema– siado de este género de fuentes biográficas e históricas? Con todo, hay que reconocer objetivamente que no escasean tanto como se cree esos detalles humanos y... humorísticos. El biógrafo mo– derno que las hojee con criterio los captará rezumando frescura y objetividad. Al biógrafo antiguo no le interesaban; pasaba al lado de esas flores sin recogerlas, porque no servían para hermo– sear la guirnalda que entretejía para colocarla sobre las sienes del biografiado. La valoración histórica y biográfica de los procesos se pa– tentiza más, adquiere nuevo colorido y mayores garantías, des– pués de la elaboración definitiva que se somete al juicio de los prelados oficiales y consultores teólogos de la S. Congregación de Ritos. Ley primordial de esta nueva reconstrucción es la de po– ner bien de manifiesto la heroicidad de las virtudes del candi– dato a la glorificación, y demostrar la santidad con lo8 milagros que se atribuyen a su intercesión, sirviéndose de los testigos ocu– lares y auriculares directos y del parecer razonado de los espe– cialistas. Los prelados y consultores enjuician el problema en las tres congregaciones consecutivas denominadas: antepreparatoria, preparatoria y general. En rigor, el examen serio y prolungado tiende en todas a un mismo fin: apurar la legitimidad de la pro– clamada santidad por el ejercicio de las virtudes teologales y mo– rales y por la historicidad de los milagros. La postura sistemáticamente crítica y negativa del promotor