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PROCESOS DE BEATIFICACIÓN Y CANONIZACIÓN DE S. LORENZO 39 men favorable de Clemente XII del 6 de marzo se decidió proceder ad 1ilteriora en los trámites del proceso 81 • Mientras tanto había habido algunos cambios de personal en los actores y promotores de la causa. Después de la muerte del primer cardenal ponente Pedro María Borghese (-r 1643), el cargo había quedado vacante. Al activarse la causa era necesario nombrar otro. Y Su Santidad el 25 de septiembre de 1724 escogió al cardenal Luis Pico della Mirándola 80 • Asímismo, por el cese de Juan Francisco de Castro S. Pietro en 1725, el oficio de pos– tulador quedó sin titular. Es casi cierto que tomó por su cuenta los asuntos de la postulación el P. Pedro María de Lucca, que desde el 21 de septiembre de 1721 era procurador general. En el capítulo celebrado en junio de 1726 fue reelegido procurador Bernardino de S. Angelo in Vado, y nombró sustituto suyo para las causas de beatificación al mencionado Pedro M. de Lucca, y continuó ocupándose de las mismas hasta el 22 de mayo de 1733 83 • A estos dos personajes, el ponente y el postulador, incumbió la tarea de ocuparse de la causa laurenciana, mientras se llevaban a cabo los trámites del examen de los escritos. Aun admitiendo que la lentitud de llegar a una decisión sobre el particular era en gran parte debida a la dificultad de la interpretación cali– gráfica8', nos parece exagerado afirmar, como afirmó algún bió– grafo contemporáneo de los acontecimientos referidos 8 ', que si no hubiera sido por esta tardanza, ya se hubiera reconocido a Lorenzo de Brindis el honor de los altares. No faltaban, como luego se verá, razones de otra índole que hacían difícil y labo– riosa la tramitación de la causa. 5. - Reasunción de lct causa Tampoco la reasunción de la causa estaba prevista explícita– mente en las normas tradicionales de los procesos. Como acto jurí– dico propio avalado con la firma del Papa, y como parte inte– grante de los trámites legales, fue establecida por Inocencio XI con el decreto del 18 de abril de 1682, si bien ya cuatro años antes at Cf. Arch.Congr., Decreta Sanctonwi R.C. (1781-17S7), 14Gr-147v. 8 ' Había sido creado cardenal por Clemente XI el 18 de mayo de 1712; desde 1740 era obispo de Porto. Desempeñó el cargo de ponente de la causa hasta su muerte acaecida en Roma el año 1743. Cf. RITZLER-SEFRIN, Hierarchia catholfoa V, 28 n.38. 83 Cf. De postula.torilnis gcncralibus, en Anal.O.F.M.Cap. 54(1938) 219. 84 « Todas estas obras... aun no han visto la luz pública ... ¿ Qual sea la causa? Es fácil de conocer. La pobreza altísima, que profesan los capuchinos, junto con (todo se ha de decir) cierta indolencia o descuido, que es connatural entre los ca– puchinos... Otra causa puede haber para las obras del siervo de Dios, y es la mala letra que hacía » (FRANCISCO DE AJOFRÍN, 1/ida, virtudes y milagros, 85). 85 « Ou [a Rome] l'on ouroit peut etrc déja mis dans le calandricr des saints le Pere Laurcnt, si des prélats, qui composent cette Congrégation n'eussent été trap Iong-temps occupez a examiner ses écrits dont les caracteres étoient dificiles a déchifrer » (PAUL DE NoYERS, La vic dn ~•cncmblc scrviteur de Dici,, le Pere Laurent de Brindesi, Avignon 1737, 304).

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