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34 P. MELCHOR DE POBLADURA Juan Diez de Freyjo y Guitian ». La letra del proceso es elegante, del siglo XVII. Otro ejemplar" 3 se guarda aún en Madrid, Arch.prov.O.F.1\J.Cap., r,is.12/34, y lleva el siguiente título: Apuntamiento ele los prodigios y milagros que contiene el proceso hecho el aíio 1677, siendo provincial el P. Torrecilla. Información hecha por los PP. Jerónimo de Toro y Jacinto de Algete. Consta de 8 hojas. 2. - Las cartas postulatorias El año 1710 veía la luz pública la primera biografía completa de Lorenzo de Brindis'''. El hecho puede considerarse como pre– ludio de una nueva etapa de la sistematización de los procesos. Efectivamente, coincidiendo con el primer centenario de la muerte del siervo de Dios, era nombrado postulador general de la Ordenn' el P. Juan Francisco de Castel S. Pietro (1664-1731), el cual con un dinamismo sorprendente logró sacar la causa del estanca– miento en que yacía y encauzarla hacia la solución definitiva. Una de sus primeras preocupaciones fue la de interesar por su éxito favorable a quienes podían y debían intervenir ante el Papa, facilitando la empresa''". Según la práctica tradicional, sancionada el 15 de octubre de 1678 por un decreto de la S. Congregación'", la Santa Sede no promovía positivamente estas causas, si antes no lo solicitaban los reyes, príncipes, prelados y otras personali– dades o entidades de relieve con letras postulatorias, que fueran como el índice revelador de la continuación no interrumpida de la fama de santidad y de la existencia de gracias y milagros ob– tenidos por intercesión del siervo de Dios. El postulador vio satisfecho con creces su deseo. Nos ha sido conservado el texto de 34 cartas postulatorias presentadas al Papa es Fue sin duda alguna el que tuvo a su disposiciún Francisco de Ajofrín (Vida, virtudes y milaunis, 551. G03). '" ANGEL() )\:L\RIA DE' Rossr DA VOLTAGGIO, rita del ven. servo di Dio P. Lo– renzo da Brindisi, ucncrnlc de' Prati Mino,,¡ Cu¡mccini, Roma 1710. El autor justa– mente hace referencia al precedente de lüs ,1 ,w les de la Orden, que en el tercer volumen habían ofrecido un resumen biográfico (cf. Ann"/ium scu wcranun histo– riaram Ordi11is ;Ui11onun S. Prn,u·isci r¡11i Cap11ci11i 111urcupantur III, Lugduni 167G, 298-350); pero observa asímismo que no era fiicil su divulgación. La noticia de los Anales había sido traducida al español por el P. José de Madrid, O.F.J\I.Cap., Quartn J)artc de las Chnínicas <le los Praylcs Menores Ca¡mchinos, l\:Iadrid 1690, 365-424. " 5 El nombramiento tuvo lugar el 14 de noviembre de 1719 y el nuevo postu– lador desempeñó el oficio hasta 1725. Cf. De postu/atoribus ucncralilms, en A.nal. O.P.M.Cap. 54(1938) 219. "" Es notorio que por lo general la iniciativa de las cartas postulatorias partía de los postuladores. Se conserva aún el memorial presentado por la Orden a Felipe V y la respuesta del marqués de Grimaldi (28 sept. 1722), con la que ma– nifiesta que la solicitud había sido despachada favorablemente. El superior del convento de San Antonio de Madrid, Diego de l\:Iadrid, transmitió al procurador de la Orden las cartas postulatorias del rey de España. La documentación se conserva en lVIadrid, Bibl.Nac., ,ms.S554, p.175-líD. i; 7 Cf. Bullarium Romanmn XIX, 124/J. Recientemente la S. Congregación ele Ritos (15 enero 1935) explicó claramente quiénes pueden elevar cartas postulatorias a la Santa Sede y en qué manera deben hacerlo. Cf. A.4S 27(1935) 58-59.
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