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32 P. MELCHOR DE POBLADURA Entre otras cosas, los decretos urbanianos exigían que no se tramitaran las causas antes de los cincuenta años después de la muerte de los siervos de Dios. Lorenzo de Brindis había falle– cido en julio de 1619. El 2 de diciembre de 1673 se autorizó la apertura de los procesos apostólicos depositados en el archivo de la S. Congregación de Ritos. Y efectivamente el 16 de febrero de 1675 se abrieron a la presencia del protonotario apostólico 59 • La Orden concibió entonces nuevas esperanzas y los superiores dieron un nuevo impulso a la iniciativa, si bien tardaría aún más de un siglo en transformarse en risueña realidad. A. - N U E V O S R E Q U I S I T O S L E G A L E S l. - Informe sobre alg11.nas gracias obtenidas en Yillafranca del Bierzo. A principios de enero de 1677 el general de la Orden, Esteban de Cesena, se hallaba en la capital de España"º y el día 7 comi– sionaba al provincial de Castilla Martín de Torrecilla para que hiciera redactar un informe sobre los milagros que se atribuían al siervo de Dios en Villafranca. El 12 del mismo mes el provincial delegaba a tal efecto a los PP. Jerónimo de Toro y Jacinto de Algete, quienes el 11 de marzo ya se encontraban en la mencio– nada villa. El P. Jerónimo, de acuerdo con el abad de la colegiata don Fernando de Carballido y Valcarce, hizo los siguientes nom– bramientos: notario, el licenciado don Juan Díaz de Freijo y Guitian, canónigo de la colegiata; secretario, el P. Jacinto; cursor, el vecino don Pedro Valcarce Andrade, señor de Busmayor. El fin que se proponían era, como dicen los documentos oficiales pre– sentados, la « inquisicion, aberiguacion y informacion », « com– pulsa de papeles que conduzcan a la mayor berificacion de los mi– lagros echos en bida y muerte por el benerable P. Fr. Lorenzo de Brindis». Es fácil que el P. General tomara la iniciativa por cuenta pro– pia, o a instancias y ruegos de los religiosos de Castilla, para do– cumentarse debidamente y a su regreso a Roma impulsar con w La noticia de la primera fecha la hemos tomado del Factiim concordatmn ya citado del cardinal Enrique de York, el cual añade que se había obtenido el permiso de abrirlos «absque recognitione sigillorum ob carentiam textuum ». La segunda fecha consta en la cuhiPrta <le los procíesos, en la que fue consignado por el protonotario apostólico en el acto <le proceder a la apertura. En el archivo de la Postulación de la Orden se guarda un códice con todas las prácticas referentes a la apertura de los procesos: Brundusina. Bcatijicationis et Canonizationis servi f.ris Laurcntii a Brundusio Saccr<lotis Capuccini. Mnnuale Actorum a die 12 augiisti 1673. También contiene noticias referentes al proceso de Non cultu. Prácticamente se trata de trasunto de actos oficiales. so Cf. MELCHOR DE POBLADURA, Los generales de la Orden capuchina Gran– des de España de primera clase, en Coll.Pranc. 13(1943) 281-84. Véase también Coll.Franc. 28(1958) 413s.
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