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8 P. MELCHOR DE POBLADURA complicadas situaciones de su gobierno buscó y oyó a Lorenzo como consejero prudente y experto y lo reverenció como santo. Este piadoso príncipe elevaba a Urbano VIII una súplica el 18 de junio de 1624, justificándola con la experiencia personal que tenía de la santidad y del poder taumatúrgico del siervo de Dios. Por su parte la infanta Isabel, gobernadora da los Países Bajos, el 23 de agosto del mismo año se dirigía al card. Francisco Bar– berini, sobrino del Papa, rogándole encarecidamente que con su autoridad se hiciera intérprete de sus deseos ante el augusto Pon– tífice, pues estaba persuadida de que la esperada beatificación reportaría indiscutibles ventajas a la religión cristiana, por la que tanto había trabajado en vida y a la que tanto ayudaba ahora desde el cielo con las gracias y prodigios atribuídos a su inter– cesión. Por último, plácenos recordar la intervención del emperador Fernando II. En sus letras postulatorias, dadas el 31 de agosto de 1624, recuerda complacido la fama de santidad de que gozaba Lorenzo en todos sus reinos, en los que tan valientemente había defendido los intereses de la religión y los derechos de la Iglesia, así en el púlpito como en los campos de batalla. También su agusta esposa, la emperatriz Eleonora Gonzaga, unió su voz al coro de las súplicas. No hemos logrado descubrir el texto de la carta, pero la existencia es innegable. En efecto, el 7 de septiembre Vicente Zucconi, funcionario de la corte de Viena, comunicaba a Hermanno von Questenberg que aquel mismo día lo había convocado a pa– lacio el emperador para comunicarle que, debiendo salir pronto para Roma el capuchino P. Romano, deseaba que llevara perso– nalmente a Su Santidad las letras postulatorias; que las firmaría al día siguiente y que deseaba que fueran de tenor idéntico a las de la emperatriz 1 ". Urbano VIII contestó complacido con sendos breves al emperador (Bene est, 28 dic. 1624) y al duque de Ea– viera (Illustris plane, 30 dic. 1624) alabando sus deseos y pro– metiendo implorar del cielo la gracia de la solicitada glorifica– ción 13. Los superiores de la Orden no se habían cruzado de brazos en espera del éxito feliz y definitivo de este carteo de los prín- " He aquí las palabras, a que nos referimos, copiadas del texto original con– servado en Viena: Haus-, Hof- nnd Staatsarchiv, St.K. Rom-Varia, Fasz.7: « L'im– peratore nostro Signore mi ha fatto chiamare questa mattina... et mi ha comman– dato che io debba far sapere a V.S. che dovendo partire il P.re Romano capuccino per Roma, vorrebbe ch'egli portasse sua lettera a Nostro Signare per la heatifi– catione del P.re Brendesi, ordinata da lei nella stessa conformita di quella scrive per questo la maesta dell'imperatrice... Sua l\faesta vorebbe poter domatina sotto– scrivere le lettere, et a questo effetto mi ha commesso che per messo di questa gliele mandí ». Es evidente que se refiere a la carta imperial fechada, como decimos en el texto, el 31 de agosto. No hemos podido identificar el P. Romano, que hacía el viaje a Roma. 13 El texto de los dos breves ha sido publicado en Bull.O.F.M.Cap. I, Romae 1743, 292. El original se conserva en Arch.Vat., Epistolae ad Príncipes, n.39 (29 sept. 1624-27 sept. 1627), 48. 100.
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