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64 su satisfacción, govierno y cumplimiento, esperando el aviso de su admissión sin excussa, para trasladarlo a noticia de Su lVIagestad. Dios guarde a V.Rma. muchos años. lVIadrid, 22 de noviembre de 1805. Rmo. Padre, Luis de Barbón, Cardenal de Scala, Arzobispo Visitador Apostólico. Rmo. P. Vicario General Nacional de Capuchinos Fr. lVIariano de Bernardos». Se lo comunico a Vuestra Paternidad lVIuy Reverenda para que lo haga saver capitularmente a todas las comunidades de esa nuestra amada provincia, a fin de que les conste de esta nuestra elección, por la que tenemos en todas nuestras provincias de Capuchinos de España y sus lVIissiones toda la autoridad y jurisdicción que nuestra seráfica Regla y sagradas Constitutiones conceden a los lVIinistros Generales; en cuya atención pueden acudir a Nos nuestros súbditos en cuanto hasta aquí podían acudir al Rmo. General. Asseguramos a todos que el Señor por un efecto de su bondad nos ha concedido un ánimo ageno de toda dominación, y que en nuestro go– vierno jamás podremos olvidarnos de que los lVIinistros son siervos de todos los frailes, según declara N.S.P. S. Francisco en su Regla; y que los frailes pueden decir y hacer a los lVIinistros como los señores a sus siervos. Conocemos la gravedad de la carga, que Su Santidad ha puesto sobre nuestros flacos hombros, y por tanto pedimos a nuestros amados súbditos que pidan a Dios omnipotente, que sabe elejir lo flaco y dévil del mundo para confundir lo fuerte y robusto, que se digne de darnos luz, y vestirnos de unas entrañas de misericordia verdaderamente pa– ternales para con todos nuestros súbditos, a fin de que en cumplimiento de nuestra obligación nos esforcemos a curar los enfermos, sostener los flacos, recoger y unir los dispersos, levantar los caídos, servir de consuelo a los aflijidos, de apoyo a los déviles, de estímulo a los tibios, de guía a los ferverosos, y de dar vida, en una palabra, a todos nuestros súbditos con doctrina y ejemplo. Assí lo esveramos de su piedad. Y en las entrañas de Jesu Christo Señor Nuestro suplicamos que tengan siempre presente la Regla a Dios prometida, nuestras sagradas Cons– tituciones y Ordenaciones tanto generales como provinciales, para que cuando, Dios mediante, visitemos essa nuestra amada provincia, no tengamos motivo si no de alabar al Señor y dar gracias a nuestros ama– dos súbditos. Nos dará Vuestra Padernidad lVIuy Reverenda avisso del recivo de ésta y de haverlo comunicado a los conventos de su jurisdicción. Dadas y selladas con el sello de esta nuestra Provincia de la Encar– nación de las dos Castillas, en nuestro convento de S. Antonio del Prado de lVIadrid a 2G de noviembre de 1805. lVIuy R.P. Provincial. 6. Fr. lVIariano de Bernardos Vicario General Nuncius Josephi Pizarra ad legatmn hispaniciirri in Urbe de Fran– cisco a Solchaga in Ministrmn generalem eligenclo. - Matriti, 3 febr. 1818. Orig.