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LA DIRECCIÓN ESPIRITUAL 73 por su medio... Pero Nuestro Señor suplía muchas veces las deficiencias de la dirección interviniendo di– rectamente en la forma indicada; y me ayudó también mucho, muchísimo, las huel_las y orientaciones que con– servaba de la dirección de V. R., que fueron las que regularon mi conducta o vida interior y como el centro de abastecimiento, pues aquí encontraba la vida; y las comunicaciones que recibía nuevamente casi todas tenían relación con las de los años 19n, 1912 y 1913, y eran como consecuencia de éstas y su complemento'' (25-VIII-1920). "De suerte que aun en el período que más me aprovechó la dirección del P. Alfonso, mi vida estaba en las enseñanzas de V. R., especialmente el cuadragesimal que escribió para mí el 14 de julio de 1917" (31-VII-1920). Después de los Ejercicios de 1918 "me metí en unas profundidades que el P. Alfonso no podía sospe– char siquiera, porque ignoraba la causa o fuente de las corrientes divinas que circulaban por mi alma'' (25- VIIl-I<)Zo). Puesto que el P. Alfonso había perdido la luz directiva que poseyera -dice la M. Angeles--, desde el 18 de noviembre ele 1918 "me fué estorbo más bien que otra cosa, a pesar ele los ·medios para aliviar mi situación y serme útil como lo había siclo antes" (9-V-1920). Los últimos días de diciembre de 1919 el P. Alfonso se despÍdió de ella y después se trasladó de residencia a Santiago. Desde allí se le ofreció, ofrecimiento que quedó sin efecto por parte de Sor María de los Angeles, "y ni siquiera le he contestado a pesar de la gratitud y cariño que le profeso. Después de V. R. es el que más