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LA IJIRECCIÓ'.\ ESPIRITUAL 45 exacto del estado de mi alma de mi Padre espiritual, y nada más... Estas ideas me atormentan más que pudiera el pleno convencimiento de que voy a ir al infierno" (2r-VII-r9ro). c) Pasiva. Para agradar de veras a Dios y ser en verdad lo que Él quiere que yo sea '' debo estar en manos de V. R. a manera de una inmensa masa de cera líquida, dispuesta siempre a recibir todos los sellos y caracteres que quisiere imprimir en mi alma por medio de V. R." (r6-XII-r9ro). "Tengo que ser como la pelota en manos de un pelotari que la maneja ama– ravilla, e imitar sus alzas y-bajas viviendo en lo más alto y en lo más bajo" (9-V-1920). d) Total. Era necesario que su alma se vaciara por entero en su Director sin ocultarle nada absolu– tamente, ni bueno ni malo, de cuanto por ella pasaba, so pena de perder la paz y tranquilidad y penetrar en un laberinto de dudas, confusiones, etc. Y causa ver– dadero placer el modo cómo, por la naturalidad con que escribe, al mismo tiempo que repugna a su humil– dad la manifestación de ciertos singulares favores, la pluma, traicionándola, los va describiendo, pero, al darse cuenta, procura quitarle toda importancia, ya que no puede negar la realidad de los mismos, como a veces parece que quisiera. La correspondencia pondrá de manifiesto hasta qué límites extremos llega esta to– talidad, que por otra parte facilitaba en gran manera a sus directores la no fácil empresa de la dirección. En. el voto de obediencia que por inspiración de la