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44 SOR MARÍA DE LOS Ai'\GELJ,S SORAZl" a) Sobrenatural. Dios Nuestro Señor y la Virgen Santísima le exigían que tratara a su Padre espiritual "con la misma confianza que a su Divina Majestad en mis relaciones con él, sin diferencia de trato de Dios a Dios" (21-VII-19ro). Y tan era así, que con toda verdad podía escribir que '' en su Padre espiritual creía a Dios mejor que .cuando le hablaba directamente por Sí mis– mo" (7-IX-1910). Por su parte, el P. Mariano, como ya hemos indicado, abundaba en estos mismos sentimien– tos, y en su carta del 31 de julio de 1910 (una de las pri– meras) le decia: "Como puedes entrever, es mi volun– tad que tu dirección sea todo divina, que sea una direc– ción verdad; pues esas direcciones nominales yo no las quiero, yo no puedo recibirlas." Este carácter sobrenatural y divino de la dirección es uno de los que más claramente aparecen en la corres– pondencia. b) Sincera. Pero tal vez sea ésta la cualidad que más y mejor resalta en su dirección con el P. Mariano, y la que más torturas causó en su cándida y delicada conciencia: "No temo nada más que una cosa, y esto sí temo mucho. Y es si le engañaré, si no tendré la confianza absoluta que Dios quiere que tenga con V. R. para traducirle toda mi alma tal como es y yo entiendo que está en la presencia del Señor; si no seré sincera con V. R. Y temo tanto esto, Padre mío, que la sola idea de que podrá suceder parece que cubre mi alma de un tristísimo luto y me hace llorar... Y es que mi alma no halla descanso, seguridad ni consuelo... en nada, en nada, en nada más que en el conocimiento