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22 SOR MARÍA DE LOS .ÁNGELES SORAZU ferente a mi alma, fuera de pecados" (26-IX-r9n). "Me duele mucho el tiempo que empleo en escribir, y por esto miro a terminar lo antes posible" (3-XII-r9ro). "Me cuesta trabajo [dar cuenta de conciencia por es– crito] por lo poco que puedo comunicar, y aun esto poco, mal y de modo tal vez que lo entienda de otra manera" (r-IX-r9r3). Por otra parte, su letra, menudita y corrida, revela la agilidad de su mano; ni perdía tiempo en leer o co– rregir lo que escribía. "Escribo muy de prisa y no sé si me entenderá" (28-I-r9n). "Escribo tan de prisa, que será una misericordia no mande la carta llena de mentiras" (29-III-r9r2). b) ÜBJETO DE LAS CARTAS Puede decirse que el argumento es único y vario af'mismo tiempo. único, porque la sierva de Dios no aspira a otra cosa que a comunicar a su Padre espiri– tual el estado de su alma, es decir, darle cuenta de conciencia, manifestándole todas sus interioridades, para pedirle luz en las dudas y amparo en las dificul– tades. Diverso, como diversas son las fases por las que el alma va pasando para responder a los designios de Dios; diversas las manifestaciones de la gracia, siempre operante; diversas las dificultades y las luchas de la naturaleza; diversas, finalmente, las aspiradones y las necesidades del alma, etc. La correspondencia es un fiel reflejo de su dirección espiritual, y así como ésta era integral, porque nada