BCCCAP00000000000000000000576
CORRESPONDENCIA EPISTOLAR IS tiarra al servicio de una familia. A los once años de edad, y después de haber recibido por vez primera a Jesús Sacramentado en su inocente pecho, se alistó entre las Hijas de María. Cuando el Señor la llamaba a su segui– miento en el claustro, ella aflojó algún tanto en la vida de piedad, sufriendo algún pequeño retroceso, aunque no pecaminoso. Contaba quince años de edad. El 29 de junio de 1889 señala una fecha histórica y decisiva en la vida de Florencia Sorazu: una ligera y amorosa reconvención de su buena madre la hizo virar en re– dondo, y pocos días más tarde, dando un adiós al mundo y purificando su conciencia con una confesión general -que le valió tres Avemarías de penitencia--, se en– tregó al Esposo de las almas para no abandonarlo ya más. Inscrita el día 5 del citado mes como celadora en el Apostolado de la Oración, empieza una vida de fervor y apostolado intenso. Y oyó de nuevo la voz de Jesús que la llamaba al claustro. Pero su natural timidez y cobardía para confiar a un Ministro de Dios los excep– cionales favores que recibía, no menos que el temor de ser infiel e inconstante a su Dios si con tan pocos anos se le entregaba por entero, fueron causa de algún de– caimiento y tibieza en el servicio del Sef10r. Duró pocos días; no fué efecto de su malicia; fué sólo fruto de su inexperiencia. Habiendo acompañado a Caspe a una amiga suya que había renunciado al mundo para ingresar en el convento de Capuchinas de dicha ciudad, volvió a su casa con la resuelta intención de seguirla muy en breve. Al efecto, quiso perfeccionar sus estudios de música para poder entrar como cantora, ya que su pobreza
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz