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SEMBLANZA I79 lizan, mutaciones experimentan y pensamientos conci– ben las criaturas que lo constituyen, y tan inefables todas, que su melódico concierto te haga olvidar los agravios que te infieren los ingratos hijos de Adán y derramar gracias torrenciales sobre los mismos perpe– tuamente" (1). "¡Qué rabia tengo al demonio porque induce a las almas al pecado!" (1-VI-19u). Y quería entablar batalla con Luzbel y luchar con denuedo hasta morir por la salvación del mundo y en particular por España (12-VIII-1910). Y pedía al Señor que hiciera de su alma un azote de humildad, obediencia, sumisión, de gratitud y abrasado amor contra los demonios y lo empleara "para darles una paliza... ; pero una paliza que los afüja de veras... Sí, Padre mío, yo quiero ser un azote para el demonio y demonios y todos los enemigos de mi Dios, siendo tan humilde como ellos soberbios, tan sumisa como rebeldes, tan agradecida como ingratos, tan enamorada y amante celosa de su honor y gloria y diligente en procurarla por todos los medios posi– bles como ellos todo lo contrario. Quisiera ser no una, sino muchas almas, tantas por lo menos como son las que Lucifer ha robado, roba y robará a mi Señor Jesu– cristo. Mejor dicho, quisiera ser yo todas esas almas que el demonio ha arrebatado de las manos de mi Señor, para hacerle sufrir tanto como ha gozado con los triun– fos obtenidos contra Jesús, con escaparme de sus manos y abandonarle a él con el desprecio más solemne, irme a mi Dios para amarle y servirle y acrecentar su glo– ria muchísimo más que lo hubiera hecho si nunca le (1) Cf. Sobre el Apocalipsis, en Exposición, pág. 65.