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SEMBLANZA 177 Recojamos sólo algunas frases caídas de su pluma, tan parca en alabanzas propias como pródiga en pro– pios desprecios: '' Y lo amé y amé hasta la pasión divina'' (2r-VII-r9ro). "Ama esa Bondad de Dios y no vivas sino de su gloria como pides y deseas, que en esto con– siste la santidad. Quedé con grandes ansias de glorifi– car a mi Dios y de hacer yo su felicidad, que es lo único que me satisface; pues hace mucho tiempo que no me llama la atención ni llena mis deseos ninguna virtud, ninguna penitencia ni práctica de virtud, ni la santidad mayor que pueda imaginarse, fuera de un amar y glo– rificar a Dios, o sea de un vivir actuada constantemente en acrecentar lo sumo posible la beatitud eterna, la gloria y felicidad de Dios Trino y üno, de Jesucristo nuestro Redentor" (3-XII-r9ro). "Mi alma, aunque pecadora, cual ninguna amante apasionada de Dios'' (3-III-1912). "Me parece y veo claramente que es Dios quien ha morado en mi alma y que, aunque pecadora, le he amado con todo mi corazón y dado pruebas in– equívocas de este amor y afecto interior de mi alma con obras "(25-IV-1912). Era un amor el que bullía en su pecho -como todo amor genuino y verdadero- que sólo se satisfacía cuando veía el amor amado. "Tu gloria quiero, Jesús mío, tu gloria busco y procuro, y en ello solamente me gozo" (r). Y es que el corazón abrasado por el fuego del amor divino siente una fuerza incoercible de expansión, y se derrama y se desborda, cual torrente impetuoso o gigantesca catarata, en obras de celo. Las obras de (1) Autobiografía, pág. 2:-J:l.