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168 SOR MARÍA DE LOS ÁNGELES SORAZU divino, que trae consigo actos heroicos, renuncias dolo– rosas, sacrificios continuos, etc., y que alcanza el grado supremo de perfección en la identificación completa con el divino modelo de las almas, Cristo Jesús, porque iodos fuimos predestinados a reproducir la imagen del Unigénito del Padre. (Rom., VIII, 29.) 7. FLORACIÓN DE LA ESPIRITUALIDAD Indicados brevemente algunos de los rasgos carac– terísticos de la espiritualidad ele la M. Angeles, escojamos algunas ele las flores que adornaron el jardín de su alma y formemos con ellas un ramillete que nos deleite con sus vistosos colores y nos recree con sus embalsamados perfumes. Evitaremos cuanto sea posible tocarlas con nuestras manos para no ajarlas; las tocaremos sólo lo necesario para que se desprenda el perfume, pero cui– dando de no deshojadas. Escuchemos el acento de su voz; dejémosla hablar y no introduzcamos el descon– cierto y la desarmonía. Contemplemos brevemente al– gunas de las virtudes que más descuellan en su riquí– sima espiritualidad. ''En las azucenas contemplaba la virtud de la PUREZA . santa pureza, y procuraba cultivarla procu- rando ser pura de cuerpo y alma, de conciencia y de co– razón" (r). Sí, era cierto: la unían "relaciones de espe– cial intimidad con la naturaleza angélica y participaba (1) Autobiografía, pág. 150.

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