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166 SOR MARÍA DE LOS ÁNGELES SORAZU Mi pecho se abrasa, mi alma se escapa, la vida me falta; acoge, pues, Madre, mi Madre adorada, acoge en tus brazos, piadosa, mi alma. 6. ESPIRITUALIDAD INTEGRAL Amar es entregarse. Entregarse totalmente y sin reservas a la persona amada constituye la felicidad del amante. Quien teme la entrega no sabe lo que es amor. Consagrarse por entero a una causa noble es digno y honroso. Retroceder ante las dificultades humanas en el camino de la perfección es cobardía. Servir al Rey de la gloria por interés es mezquindad. Servirlo sólo a medias, buscando compromisos con la criatura, es sen– cillamente antievangélico. No es amor verdadero el que mide los grados de correspondencia hacia la persona amada. Sor María de los Angeles odiaba las medias tintas, no se avenía con los términos medios. O tod'a"" de"Dios o nada de Dios. Darse del todo al Todo sin condiciones, sin reservas, integralmente: he ahí su aspiración cons– tante, su sueño dorado, la imperiosa necesidad de su corazón; dividirlo entre el Creador y la criatura era imposible. Esta totalidad de la entrega incondicional era como una parte esencial de su vocación. Sabía, en efecto, por, experiencia '' ser ciertísimo esto que repetidas