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SEMBLANZA Primera estrofa Si me hallo afligida, Madre mía, mi consuelo lo encuentro siempre en Vos, y si en algo he faltado a mi Dios también hallo el perdón. Segunda estrofa Pues por eso en este día yo de nuevo acudo a Vos a implorar ¡oh Madre mía!, tu amparo y protección. No me niegues, vida mía, dulce Dueña de mi amor, el consuelo que en Ti espera mi afligido corazón. I I I ¡Oh María, oh María Inmaculada, a tus plantas se presenta hoy mi alma enamorada! Tuya, Madre adorada, toda tuya es mi alma. Por eso me Entusiasma el cantarte esta plegaria. ¡Oh qué bella eres, Madre! ¡Qué preciosa y cuán amable! Mi alma se arrebata ante tu ser adorable. Es tanto lo que me atrae tu belleza incomparable, que no puedo de tus plantas ni un momento separarme. Tu idea me encanta, tu mirada traspasa, y no sé, Madre, qué me pasa cuando me hallo a tus plantas. •