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132 SOR MARÍA DE LOS ÁNGELES SOR.\ZU acostumbradas. El peso de las enfermedades corporales sofocó acaso algunos retoños. Quiero entretejer una guirnalda con las perfeccio– nes de su cuerpo y de su alma. Quiero encerrar en un marco imperfecto los variadísimos matices y las trans– parencias luminosas de su espiritualidad riquísima. Quiero interpretar sus rasgos fisonómicos, contemplar las: manifestaciones esplendorosas de su corazón, las divinas efusiones de su alma. Lector amigo: mi tosca pluma no acertará a hacerlo. El ramillete que te ofrezco no reflejará la encantadora belleza de las flores que he recogido. I RETRATO FÍSICO ,Era muy agraciada en el cuerpo.»-(Sor 1\,1. del Rosario.) Se ha dicho, y con razón, que el rostro es el espejo del alma y del genio. Pero si a las facciones del rostro unimos el porte externo, nos formaremos una idea toda– vía más exacta y cabal del alma, que todo lo informa y anima. Demos, pues, una ojeada al cuerpo de esta Vir– gen prudente, templo augusto de una alma nobilísima, que atesoraba prendas de valor inestimable.