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LA ESCRITORA ~iÍSTICA I IJ muerte, escribía que la doble historia del Verbo que quería y debía escribir era ''la vida de Jesús en sí misma y reproducida en mi alma'', la reproducción en el alma "por medio de cuenta de conciencia". Casi todas las últimas cartas denotan la convicción en que vivía de escribir la Vida divina de Jesús, porque así lo exigía el querer divino. ¿Cómo, pues, no lo realizó? Sirvan de explicación estas palabras suyas: "Dios no quiere la ejecución de todas las obras para las cuales requiere a sus criaturas, sino que muchas veces quiere sólo el con– sentimiento para galardonar el propio vencimiento" (19-I-1921). ¿Es una solución de autodefensa? Creemos que es , una razón que satisface plenamente. La obra ideada constaría de cuatro libros o partes, según este plan: r.ª La vida divina del Verbo en el seno del Padre; 2.ª La vida divina del Verbo en carne mortal; 3.ª La vida divina del Verbo Humanado sen– tado a la diestra de Dios Padre; 4.ª La vida divina del Verbo en la Sagrada Eucaristía. 10. Dios y sus atributos. Plácenos titular así una serie de apuntes escritos en 1915 acerca de los atributos divinos, como fruto de los Ejercicios espirituales hechos privadamente dicho afio. Son algo así como meditaciones, entresacadas en su mayor parte del libro del P. Nierenlwrg que lleva por título La Hcnnosura de Dios, divididas o separadas en veinticinco capítulos. Al final Sl~ hallan copiadas dos poesías, en otro tiempo atribuídas al Sl'ráfico P. San