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- Debe ser fermento de fraternidad entre todos: de com– promiso por la vida, por la paz, por la justicia, por los po– bres, por el dialogo ecuménico, interreligioso e intercultu– ral, por la salvaguarda de la naturaleza, ... - Y, por lo tanto, ser cantores de la creación: una parroquia franciscana debe alzar la voz contra la depredación de la naturaleza y trabajar por el respeto, el cuidado, la salva– guarda y la contemplación de la naturaleza corno ostenso– rio de la belleza de Dios. - Y todo esto en el amor del Señor, porque sólo quien vive en el amor de Dios es capaz de atraer y servir de manera efi– caz a las personas. 3.2.5. Una parroquia enviada a evangelizar Para que una parroquia se sienta evangélica y franciscana, seguidora de Jesús, son necesarias dos cosas: - Estar con él, escucharle, custodiar su palabra. - Sentirse enviada a evangelizar. Una y otra tienen entre sí una relación vital y cada una ele ellas es indispensable a la otra. Y, por ello y según esto, es necesario armoni– zar en la vida parroquial el estar con el misional. Puesto que la pri– mera ya la hemos visto en los primeros apartados, vamos ahora a fijarnos en la segunda. A semejanza ele Francisco, que desde el inicio tuvo muy clara cuál era la finalidad ele la Orden (1 Cel 29), una parroquia franciscana es tal si solo se siente enviada a proclamar y proponer el evangelio a tocios los hombres. Una parroquia que se sienta enviada ha ele tratar: - No sólo ele conservar lo válido ya existente, sino, ele llegar a tocios, aunque haya ele dejar a la una por ir a buscar las noventa y nueve. IDEARIO DE LA PARROQUIA CAPUCHINA 19