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3.1. Punto de partida El punto de partida para que una parroquia sea franciscana es nues– tra propia identidad. De ahí deben dimanar las características que debe tener una parroquia franciscana. Podemos señalar, sin afán de ser exhaustivos, las siguientes características: 3.1.1. El Evangelio, como elemento inspirador de nuestra vida y actividad. 3.1.2. Según nuestro carisma, somos una fraternidad que se nu– tre y evangeliza en la liturgia y desde la liturgia. 3.1.3. Debe ser una fraternidad que ante todo vive, construye la comunión con Dios, con los demás y con la creación, sin– tiéndose hijos de un mismo Padre y entramos entre todos. 3.1.4. Una fraternidad que debe ser solidaria y que se siente en– viada a servir, a modo como lo hacía Jesucristo y Francisco de Asís. 3.1.5. Y una fraternidad que se siente enviada a evangelizar, a dar la buena noticia a todos los hombres, especialmente a los más pobres, y comprometida con la transformación del mundo y de la sociedad. Una fraternidad que comparte los gozos y tristezas, alegrías y fracasos de todos, especial– mente de los más pobres, de modo que podamos llevar adelante una verdadera 'opción por los más pobres' 3.2. Características de la parroquia franciscana La Iglesia es, en gran parte, lo que son las comunidades parroquia– les. Cada una de ellas aporta su propio estilo como riqueza carismá– tica. La parroquia franciscana, por tanto, se caracteriza por su senci– llez y cercanía con todos. Trata de vivir la comunión fraterna, enten– dida como expresión de la fe, la solidaridad con pobres y margina– dos y el proyecto evangelizador. Así pues, nuestra acción pastoral parroquial consiste en convertir las parroquias que nos han sido encomendadas en comunidades IDEARIO DE LA PARROQUIA CAPUCHINA 12