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9 " .. Los aventureros Son esos hombres en cuyos labios la Sagrada Escritura pone estas palabras: <<Corta y triste es nuestra vida y no hay remedio cuando llega el fin, ni se sabe que nadie haya escapado del Ades. Nuestro nombre caerá en el olvido con el tiempo y nadie tendrá memoria de nuestras obras, y pasará nues– tra vida como rastro de una nube y se disipará como nie– bla que es herida por los rayos del sol y a su C'alor se des vanece. Venid, pues, y gocemos de lo presente; démonos prisa a disfrutar de todo en nuestra juventud. Coronémonos de rosas antes de que se marchiten; no haya prado que no huelle nuestr:i vciuptnosidad:) (Sa– biduría, II, 1-8). La descripción del Libro Sagrado no puede ser más ex– plícita. Los aventureros son esos vulgares Donjuanes que confunden el amor con otra cosa. ¡De estos no debe ser él! ¡De ninguna manera ¡Serias tú una de tantas víctimaR sacrificadas a su voíuptuosidad y a su capricho! Los sim11áticos La simpatía es una atracción, una fuerza magnética por la que dos corazones se buscan el uno al otro. Por eso no es difícil que te guste el simpático. Pero cuidado con el simpático a secas, con el que se sirve de su sim– patía para pasarlo él bien, sin reparar en el daño que hace a la que cae rendida ante su maravillosa atracción El simpático a secas puede ser muy bueno para un día de excursión, para tenerle al lado en la mesa de un con. vite, para pasar con él unas horas oyendo sus chistes y sus galanterías ... Y tú, naturalmente no te contentas con que el dueño de tu corazón sirva sólo 'para divertirte, como si fuera un clown de circo o un payaso; tú lo que buscas en él es seriedad, responsabilidad, sacrificio. ¿Y no es