BCCCAP00000000000000000000557
Pero ¡cuidado! Ya sabes que ese amor, que es tan bello, a veces es traidor. Guarda como un tesoro el primero que ha florecido en tu alma. El agua mús pura es la que se bebe en la misma fuente. El primer amor no suele ser egoísta, desconoce aún los rocovecos y encrucijadas que van apareciendo con el correr de los años. El primer amor casi siempre nace del alma, los otros suelen nacer ya del cuerpo ... Mira, pues, a tu primer amor. Vela su existencia, como la madre vela la cuna de su primer hi.io . Pon en tu primer amor la mayor de tus ilusiones, como la pone el marino en el primer viaje qm, hace a alta mar. Tres cosas hay en el mundo, dijo un poeta. que no se deben olvidar nunca: La juventud, lu madre JI el primer amor. Juventud, madre y primpr amor; lw aquí, amada io. ven, lo que nunca debes olvidar. Lleva siempre en tu me moría y, sobre todo, en tu corazón estos tres tesoros. La juventud se pierde, la madre también. ¡Que el amor, como decía San Pablo, sea inmortal en tu corazón! Y lo serú de verdad si ves en el amor no un capricho de juventud, ni menos una satisfacción pasional. sino un trasunto, una copia del amor divino. Animo, pues, y. a fomentar en el jardín de tu corazón tan fecunda semilla dt' inmortalidad Anda, levanta, no dejes morir la planta de tus primeros amores, ¡no la hay más noble en la l'ida! (MARQUINA.) Si tu amor es así, da gracias a Dios por él. Entonces es cuando puedes seguir contenta por el camino de la vida y cantar: Si perdí la juventud, y perdi mi madre te rrena, aún me queda lo más sublime: me queda mi primer amor.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz