BCCCAP00000000000000000000557

Pero, no te entristezcas, a pesar de lo que dicen los versos que acabas de leer. El poeta, afortunadamente, no está en lo cierto. El amor existe, como existe la hermosu– ra, y la bondad, y la generosidad, y el sacrificio, y la ab– negación. Sin amor el mundo no tiene razón de ser. Y no sólo existe el amor, sino que él es la fuerza más po– derosa del cielo y de la tierra. Escucha esa maravillosa atracción de las moléculas que forman la materia. Una ley misteriosa las une. Pe– netra, si puede!". en sus secretos y verás, por ejemplo, las cristalizaciones de algunos minerales, sus combinaciones, sus reacciones. Verás el amor que tienen a su forma de– terminada. a su constante cohesión, y si el hombre, por medio de ,c;u inteligencia, intenta rtestruirlos, son capaces de producir catástrofes espantosas, como moüernamente ha sucedido con la bomba atómica. Mira a las flores cómo se buscan ansiosamente para perpetuar su especie sobre un lecho de perfume y de co– lor. Mira a los animales cómo se unen, cada uno según su especie, para cumplir ese divino mandato de creced, multiplicaos y poblad la tierra ... Y, sobre todo, mira al hombre, rey de la creación, cómo cumple el mandato di vino que el Creador le señaló. El amor es la gran fuerza que mueve el cielo y la tierra, y nada ni nadie puede des– entenderse de su universal influjo. No es extraño que Hesíodo dij era de él: ,,Que es e1 arquitecto del mundo.» Y Lacordaire: <<Que es el acto su– premo del alma y la obra maestra del hombre.» Y Miguel Angel: «Que era un ala veloz que Dios ha dado al alma para volar al cielo» ... Eso y mucho más es el amor. Todas las frases más be– llas, todos los discursos más elocuentes, todos lo libros más profundos, todos los tratados más eminentes, no son capaces de decir lo que es el amor. El amor tiene algo de cielo y algo de tierra, tiene vuelos de águila, como en el primer capítulo del Evangelio de San Juan, y tie– ne humillaciones de vergüenza, como en las Metamorfo– sis de Ovidio. Habrás oido hablar muchas veces del amor y te habrás quedado sorprendida de sus distintas defini– ciones. No te extrañe. Del amor cada uno habla como lo