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--¿ Qué es lo qlie te pasa? -¡Quisiera volver a ser pobre!, respondió tímidamente la pastorcita; me encuentro mal en este ambiente, me acuerdo mucho de mis ovejas y de mis campos ... Antes que rica y enferma, quiero ser pobre y con salud. -Se hará como pides, contestó el hada. E inmediatamente la pastorcita se volvió a su aldea y a sus ocupaciones campesinas. El sol y el aire la que– maron y despellejaron la cara de una manera cruel, el cabello. hasta entonces tan cuidado y perfumado, se vol– vió áspero y sucio con el sol y rl polvo de los caminos, y al poco tiempo la antigua cortesana era una pobre pas– tora rústica y descuidada. Pasaron algunos días. Uno de ellos acertó a pasar por la f 1 1ente donde antaüo se ha– bía encontrado con el hada que la había hecho rica y hermosa, se inclinó sobre el pilón para verse el rostro y al verse tan quemada del sol y tan sucia del polvo del camino, lanzó un grito desgarrador. --Yo renuncié a los halagos y a los placeres, dijo llo– rando, a cambio de la salud, pero nunca a mi antigua hermosura.... El hada, al oír aquellas palabras, apareció en la fuen– te y dijo a la joven pastora. ----Eres una necia. Pero ya que prefieres la hermosura del cuerpo a la salud y a la paz de estos campos, sé el ave más bella, pero más estúpida que cruza los aires. Y apenas el hada terminó su maldición, la pastorcita quedó convertida en oropéndola. ¿No es esta la triste historia de muchas prefieren la belleza corporal, que el tiempo las virtudes del alma que duran eterna La belleza del cuerpo es como flor d gados los primeros calores del estío se "" prado, donde miles de flores sonriera :~:it;,sol én- r;,;1 , ' ' ' 'i " vera, queda convertido en un inform 1rastrój0 o,e seca. / 1 1 , _' . flJ '-~ Es la historia triste de toda m r. ~- la u primavera de la vida, todo es bello, z e~}triene 1 ií _. oñ ,, edad madura, el invierno, con sus 1:i 1 s y <!f~u " 1 lla belleza deslumbradora en otro tie ~u} 1 '