BCCCAP00000000000000000000556

F,L FRAILE ALBAÑIL 49 rrolongado martirio. No es extraüo que en cierta ocasión dejase es– capar estas frases, que encierran en sí toda la amargura física y mo– ral de su alma. -Estoy como s1 me estuviesen acuchillando, no puedo sufrir más, no puedo más. -Fray José María-le dijo uno de los religiosos que más le vi– s;taban durante su última enfermedad-a ver si logra no impacien– tarse con tantos dolores. -No respondo de lo que pueda venir después-contestó inmedia– tamente-, pero ahora estoy dispuesto a no impacientarme. LA VIDA DEL CAPUCHINO 'l'o:;co hábito ceiiido-·--por mi cuerda franciscana; trabajar y orar, mi oficio; ----mi ideal, el sahar aln1a:::;; para descanso, el rega·.rn-de mi .Madre Inn1acnlada; para mi amor, un Sagrario; -y en mi ce1dita callada, un Crucifijo y un Kemp:~;-un jergón sobre unas tablr.o y una ventanita n1 cielo .. . ---y en el cielo, mi esperanza (P. Saha¡¡ún)

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz