BCCCAP00000000000000000000556

VIDA lNTERIOR Fray José María fué un religioso de grande vida interior. Todos los que convivieron con él lo aseguran unánimemente. -«Era silencioso, dice uno de ellos, y tenía mucha vida inte– rior». Bastaba verle en el coro, en los claustros, en el rffreo o en el trabajo para comprender que su alma estaba abismada en Dios.» ((Hablaba poco-asegura el señor Morales-y jamás se reunió con nosotros en familia sino para oír la Santa Misa y rezar el Santo Rosario. Su oración era continua y, durante el tiempo que est:uvo rn mi casa. no salió de su habitación sino cuando la muchacha tenía que arreglársela. Las pocas veces que entré a verle le encontré siem– pre rezando, con el Rosario en las manos y de rodillas. En mi casa todos estábamos edificados de su vida de oración y recogimiento Rezábamos todos los días el Santo Rosario en familia y él lo hacía siempre de rodíllas y con los brazos en cruz. Su oración nunca la dejó y a las seis de la mañana se levanúaba todos los días, lo mismo en invierno que en verano.» En el coro-añade un religioso que vi– vió muchos años con Fray José María en el mismo convento-es– taba sin moverse durante la oración de comunidad y en su rostro se le notaba como abismado o en éxtasis, y alguna vez oí llamarle ((el extático». Estos testimonios, que podríamos multiplicar indefinidamente, nos hablan muy claro del espíritu interior y de la vida de oración de Fray José María, pero no cabe duda que lo más íntimo de su espíritu, to más profundo de su oración pasó desapercibido aun de aquellos que le trataron más de cerca. «El mayor interés de Fray José María

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz