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Las 5 llagas del Señor Martes: 26 Oct. 1993: ALBERGUE H oy me he despertado con ánimo aleluyático. Me siento feliz por la raíz, por el tronco y por los ramajes. Como un árbol musical ante la luna nueva. Anoche me notificaron, que ya tengo el «carnet» para poder visitar el Centro Penitenciario de Asturias en Villabona. Con el Grupo Pastoral del Voluntariado para la Cárcel. Desde el día 4 de Noviembre asistiré al Cursillo de Formación de Voluntariado Cristiano de Prisiones en Madrid. Para mi será una puesta al día. Para luego poder «remar». Siento verdadera ilusión por comenzar un trabajo nuevo de servicio y de conversión... Tenemos necesidad de remover y conmover nuestra vida interior. Pro– vincias enteras de nuestro reino interior no han comenzado aún a ser evangelizadas. Por otro lado, prácticamente estoy ya nombrado capellán «a medio tiempo» en el Hospital de Cabueñes, aquí en Gijón. Serán 24 horas seguidas y las suplencias. A la semana... Un sacerdote no se gasta más que cuando no se sirven de él. .. Este es mi gozo y mi canto enramado: «Nadie hay tan grande como Tú, Señor. Nadie hay... » El cielo nublado me parece luminoso hoy. Las gaviotas sobrevuelan la ciudad. Y no me creo eso que dicen los gallegos costeros: «cando as gavoitas botan a terra imariñeiros a merda! ». No es eso. Sienten y celebran la alegría de enseñorearse de su espacio vital, la mar, la tierra, la ciudad... su mundo alado y femenino. Dios ha amanecido también en mi, ofreciéndome espacios de libertad, espacios de amor y servicio. Es el Espíritu que siempre incendia todo aquello que en nosotros es inflamable. Basta no ser de plástico ni de materiales incombustibles o irreciclables. Basta estar ofrecidos y disponibles. Basta ser de pasta evangélica. Basta, sí. Es el amor el único «visa» para adentrarse en el Reino... De entrada en el Albergue ya una «buena noticia». El señor ruso me presenta sus dos hijos. Anoche llegaron de la Rioja, de la recogida de las cosechas. Mocetones, alegres y sólo hablan ruso. Nos saludamos en idioma de manos. El paisano está supergozoso. Y presuroso por encontrar un piso en alquiler. Se van con urgencias a visitar algunos organismos de información. Muy de corazón les deseo que pronto se vayan realizando todas las solicitudes que tienen hechas de trabajo, vivienda e inte– gración a la vida normal. Su estancia en el Albergue es de emergencia. No es solución, porque no es una consecuencia social, sino una circunstancia. Su verdadero mundo es una vida laboral. Pronto se habrá acabado lo más duro de su retorno a España. 95