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Las 5 llagas del Señor tros almacenes interiores son de «abastos». Muchas ideas de estantería y a granel, muchos organigramas, muchas teorías a duro la docena, mucho libro, mucho sermón de ambón, muchas respuestas a preguntas que nadie hace o que no necesitan, mu– cho activismo hasta dejarnos devorar la vida. Pero no somos muy nutritivos, no fecun– damos, no dejamos mucha semilla de Evangelio. Son palabras de una manera o de otra, pero no tanto la Palabra. Por eso necesitamos urgentemente de esos como Moscati y tantos otros que viven de la fe y sirven por ahí. El Servicio y la Oración son para la Iglesia los dos tiempos-sístole y diástole-del mismo corazón. Para mantener y rehacer todo el organismo del cuerpo místico. Que uno de esos ritmos cese y todo muere. El cristiano tiene por misión ser «Sal de la Tierra». ¿Por qué mirar sólo la «sal» y rehuir la «tierra»? ¿Por qué interesarse sólo por «la tierra» y rehusar «la sal»? Y, peor aún, ¿por qué, tantas veces, hemos sido la «manzanilla» tranquilizadora de nuestros fallos? Estos tiempos, que nos ha tocado vivir por la gracia de Dios, son duros, difíciles e injustos. Están creando, pariendo, pobreza y paro por todo el cuerpo social. Están escoriando, abandonando, hacia la Asistencia Social y Caritativa -escasas y mal abastecidas- una multitud de personas dejadas al «sobrevivir como se pueda» ... No, no son todos, los que pasan por los Albergues y los Comedores Sociales, «pobres-de-pedir», descendidos escalón a escalón por la marginación. Son también gentes en el «paro» laboral, que ya no pueden más. Que no ven otra salida digna, social y honrosa para su vida obrera. Aculados al paro, a la inactividad, al marasmo social, al ser y estar prescindidos y un día abandonados a su suerte, agotados los servicios de solidaridad... Que ya no se les pide ni la docilidad alimentaria de la vaca. Se les ningunea simplemente. Se salen de los presupuestos y previsiones. Sin explicarse el por qué de los cuándo. Sintiéndose cosa inútil, teta de hombre... Y el tremendo temor de quedarse ahí por todos los días de los años que tenga su vida. Hoy el trabajo de limpieza ha estado muy distribuido. Menos tarea y limpieza más a fondo... Han llegado algunos transeúntes nuevos y se han ido por los caminos de las españas otros. Siempre en búsqueda de trabajo hacia las ciudades industriales. Pero en la realidad a engrosar esa larga marcha o peregrinación más penosa y penitente que la del santo «Año Jacobeo», sin botafumeiro y cabezada... Le pregunto a un compañero de limpieza por el resultado de los análisis médicos, que ha tenido que hacerse estos días pasados. - «Me han dicho que bastante mejor. Pero más vale no preguntar mucho por el «aguelu», no sea que se me «quede» en el gozo.» ... - iHombre, no será para tanto! - «Ando bastante mal del ácido úrico, pero mejor de los pulmones». - Es bueno beber mucha agua. En ayunas sobre todo. - «Eso es lo que me han recetado. Me bebo hasta 7 vasos en ayunas. Después, durante el día, es que no me entra. Ya me ha bajado la hinchazón de la rodilla... Y la meadera, no veas. Ando siempre de ida y vuelta a la mezquita de «Venamear». - Vas a hacer más drenaje que la dragadora en el puerto - «Bueno, el medicamento no es caro ni amargo. ¿Agua?, la que quieran. Supongo que, con esto del «medicamentazo» que nos ha decretado el 93

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