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- "Ella tomaría mi color y yo el Pero siente orgullo y pena por sus de aparcero castellano, más duras de Castilla... Todavía recuerdo, de mis años mozos y ret,elcles '-''--!'U'-'''V'-' versos ¿de quién?: "Ningún antepasado me sonroja: Soy nieto de pechero y campesino, mi sangre no es azul, es sangre roja, es sangre que escribió su pergamino con sudor de labranzas a destajo, moliendo su prosapia en su molino. Vengo de la raiz, vengo de abajo. Por eso estoy del lado de la gleba, con razón, sin razón, siempre a su lado y tengo a gala ser del pueblo bajo" De vuelta me encuentro al del carrito de ruedas a la salida de un supermercado. Espera algo de la misericordia en calderilla de alguna ama de casa. - "¿Qué, tan pronto aquí?" - "Ya ve, esperando que caiga un duro para el tabaco del día". A veces ¡qué poco sabemos los "curas" de los horarios "laborales" de la gente que está sin trabajo y busca! Incluso del de los que piden bajo inclemencias para el "tabaco nuestro de cada día". Para poder "ir tirando" hasta cada noche sin futuro. Pocas cosas como el tabaco les ayudan a llenar el tiempo, la soledad y el aburrimiento del vivir. Es producto de primera necesidad para ellos y terapia con bastante eficacia para templar nervios y levantar ánimos. ¿Qué otra cosa, sino, a su alcance de posibilidades? ¿El cáncer? Es un riesgo tan lejano como el accidente en fórmula 1, para ellos, o un entripado de caviar... ¡Dejemos ya de tocarles la ocarina! Como el tintorro del fin de semana, aunque a veces se olviden del número de vasos. Porque si se les quiere quitar esto ¿qué les queda? ¿Qué mierda de vida se desea para ellos? Yo te lo aconsejo: si un pobre-de-pedir te pide para tabaco o un vasillo de vino, dáselo como la mejor limosna. Lo demás son cuentos de moralina... Sólo ahora he comprendido que muchas veces los cigarrillos son "más necesarios" que el pan de la caridad ... Pero cada día sube más el precio de este pan-tabaco de las "horas muertas". Y ellos tienen casi todas las horas muertas. Hoy, el señor que desayuna con "leche de parra", porque el colacao le sabe a "fregao", se me adelantó en la salida. Madrugó a buscar el sol. Por eso no le he encontrado de camino. Y ahora, a mi regreso, las nubes han ganado la pelea por la conquista de los cielos. Llueve con ganas e impudicamente. Aguantar también curte. 71