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Las 5 llagas del Señor preocupación por el «otro», sin amor, sin... sin ... Y actuamos con la sustitución de cantidades posibles de amor por cantidades equivalentes de cosas, de pagos, de excedentes limosneros... Cuando el hambre y sed verdaderos son de lo otro... Un joven (unos 17 años) protesta en el patio de manera exigente y cara dura. La Hermana le trae a reflexión y educación. Es otro joven «con sindrome de abstinen– cia», que hace unos días de «abstención de droga» para entrar en «Proyecto Hombre» para su recuperación ... Tampoco para estos es fácil desandar los caminos y liberarse de «dependencias» incorporadas muy de adentro. Desde aquí se ve muy bien que hay amor y servicios fraternos en esta tierra de los hombres. Hay gente que ama sin más, fraternalmente. Y decirlo es necesario. Hay hechos hermosos y compromisos de entrega, que no aparecen en las columnas de los periódicos. Ni siquiera en el de esta ciudad, «El Comercio». Sí se nos dan varias páginas con los robos, distracciones y substracciones de la jornada pasada. Si hay espacio de páginas para el «lodo» y no para la «gloria». Sí hay más basura que «buenas noticias». Sí es periodístico la felonía, pero mucho menos para el amor. Si tienen eco las agresiones, pero no tienen voz los servicios. Sin embargo lo único que ofrece ESPERANZA, pequeños espacios de esperanza, no son ni los ladridos ni los mordiscos, sino los gestos de bondad y respeto al otro... solo aportan esperanza en este mundo las sociedades que crean y ofrecen servicios y la Iglesia que ESTÉ con los necesitados de la tierra. Pero no sirven los que no aportan más que palabras huecas e interesadas en los discursos políticos y en los sermones dormidera de «iglesias-de-los-pobres» a tiempo y a destiempo cuando no pasen a los hechos. Hay muchos que nacieron con la mesa servida y les es difícil comprender otras situaciones precarias, dolorosas, y también injustas de abuso y de olvidos. Hoy celebramos la fiesta de la Virgen del Sto. Rosario. Oraré esta tarde con el Rosario del pueblo. Y será por todos los del Albergue. Con sus misterios gozosos, tan pocos y tan breves, y con sus misterios dolorosos tan largos y tan frecuentes. Y le pediré al Padre Común por sus misterios gloriosos, que seguro obtendrán reconocidamente, por sus largos «viacrucis» y su crucifisión cruenta. El rosario es el Evangelio manual, «portátil», de la gente sencilla. Es su Liturgia popular, su memoria de la Fe y su catecismo de vida... Sí, esta tarde estaré con el pueblo junto a esta Madre obrera y del pueblo pidiendo por los humildes hijos de María, la Pobrecilla de Dios y de los pobres de la Tierra. Con los que está y es... 61

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