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Las 5 llagas del Señor pastorales, nuevas vocaciones laicales, nuevas respuestas y presencias evangeli– zadoras. La Catequesis es todo un horizonte de esperanza en la Iglesia. Las comunidades sin sacerdotes comienzan a asumir su propio sacerdocio bautismal, que las ayuda a reunirse en comunidad y a celebrar la Fe y la Palabra, y a recibir el Cuerpo del Señor y cantar la Acción de gracias... No suplantan a los sacerdotes, pero los completan allí donde ellos no pueden llegar y asumen su propio estar en la Iglesia como miembros del cuerpo eclesial, como lo dice San Pablo: Es de Cristo (la Cabeza) que «el cuerpo todo entero, coordinado y bien unido gracias a todas las articulaciones que le sirven, según una actividad repartida a la medida de cada uno, realiza su propio crecimiento para construirse él mismo en el amor» (Efesios: 4, 16). El viento es dueño de la noche y de las calles. En algún sitio no lejano las contraventanas golpean la noche como si aplaudiesen la soledad. La noche se ofrece dormilona y ventera, barriendo a los alberguistas hacia los interiores y el sueño. Pocos son los que se quedan ante el televisor... A las 10'40 se presenta en portería un conocido de la casa. Con los amigos se ha internado demasiadas veces en otro y otro y otro litro de vino. Viene bebido hasta el gañote y un perfume etílico, que rechaza de nariz y de lejos. Viene alto y flaco y solo y muy borracho. Su voz tartaja habla alto, sin cóleras ni limosna. Ruega por una cama donde pasar la noche... Es la historia de siempre. La vida le vale muy poco. Este es de la gente expuesta a morir de moquillo cualquier día sin importancia. Es un autóctono, muy golpeado por la vida y por la leña, cimarrón, que ha nacido, crecido, vivido y pecado en Gijón... Es una buena persona, mirándolo allá por donde lo mira Dios, por el corazón ... Me pregunta si soy cura de los de confesar... Me recita a voces el «Padrenuestro» y me declama, también a voces y grandes gestos el «Avemaría» ... Y yo sin poderlo cortar su subliminal profesión de fe, porque es su libertad de credo... Mientras le preparo la cama, él se escapa al patio y anda escandalizando el «clima» ... Al fin vuelve y me dice, con la tristura y el sin consuelo de un Schopenhauer, y todo en letras mayúsculas: - Mira, Padre, al vino yo le pido que me saque las preguntas que me duelen la cabeza». Y se larga al dormitorio en medio de una gran llantina... Con frecuencia te encuentras con gente que te sorprende cuando se juntan la bebida y el dolor más hondo. Que la borrachera y la verdad son hermanas siamesas... Los miedos, las penas, las dudas, las desesperanzas... ¡tantas cosas! Lo contrario de la Fe sería no el error ni la duda, sino el miedo, el miedo a la vida, a sí mismo, a todo... Porque fe es vivir en la esperanza. Y porque donde hay miedo está fallando la fe en el amor... Y como las Hermanas le aguantan, le quieren, tratan de ayudarlo, le soportan, él ve una luz que no contaba en su horizonte de soledad... Y se le hace una pregunta sin respuesta hasta hoy... ¿por qué? Cuando mi reloj marca las 11 de la noche en punto, apago todas las luces del patio. Y a la puerta llaman dos alberguistas habituales, que llegan con retraso. Se incorporan al colectivo sin problemas, pero apartando el reglamento ... Y son las 11 '20 cuando el timbre vuelve a escandalizar el silencio. La Sala de la tele ya se ha cerrado por abandono... A la entrada de la portería un hermano que pide cama y ya llega con un saco de dormir desplegado.¿Vendrá del pasadizo sobre las vías de la Rente, demasiado duro y frío el piso y abierto a los vientos de oriente y de 355

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