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P. Eusebio Villanueva Domingo: 30 Enero 1994: VISITA PASTO– RAL A LA CARCEL Y a se han perdido en la claridad del día las 9 h. de la mañana. Nos vamos para la cárcel el grupo de Voluntariado. Hoy sólo somos 6 visitantes. La luz de la mañana aturde de sol. Ahora la luz no es sólo evidente, sino palpable. La naturaleza queda como olvidada a su primavera reventona. En los coches vamos cruzando los campos. En silencio contemplamos pasmados esta naturaleza reviviendo en sus tiernos brotes. Se oye el vuelo de una mosca y el respirar de las narices... A las puertas de las casas campesinas, personas mayores expuestas al sol de sus ancianos días... La tierra y el sol nos marca, nos engendra y amamanta. Nos echan al mundo y no sabemos ya vivir sin ellos bajo los pies y sobre nuestras cabezas. Bajo el descarado sol mañanero, un muchacho hace camino sobre un caballo peludo y costillón. Junto a una iglesia, un grupo de mujerucas de aldea miseando y domingueando por N.S. Jesucristo... Es el Día del Señor. Y por el camino suben los hombres a charlas y los niños a carreras ... Al fondo del valle, bajo la mirada de la carretera, desciende el riachuelo hecho con las sobras de las nubes olvidadas por las tormentas entre los vericuetos de la montaña... Yo lo miro todo con esa honda melancolía religiosa de campesino. Y ahí he sido educado para comprender a Dios también por el lado de la ausencia. La presencia de su gran ausencia, para decirlo con la precisión de los sabios en estas cosas... Quizá donde más duela esa ausencia de «visibilidades» es en la cárcel. Esos ojos de ce– mento, sin memoria religiosa o poca, pero hirientes de tragedia humana, de dolores y rencores, son «contrarazones» que la razón conoce. Y que mejor conocen las entra– ñas. Es difícil desde aquí la fe, es un «calvario» de justicias y de entrega del espíritu ... Las sombras no cubren la tierra, sino las vidas. Los «velos» del templo creyente no se desgarran en dos mitades. El monte no tiembla ni las rocas se rajan ... Sólo los corazo– nes ya no volverán a ser como antes... Sí es difícil la fe desde aquí. Son tantas cosas dolientes las que gualdrapean las ideas que fermentan en la cabeza... Dentro de estos muros, lo comentaba hoy en el Módulo 1 con un interno ingresado hace 5 días-, dentro de estos muros hasta la palabra «prójimo» resulta 308