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P. Eusebio Villanueva Viernes: 28 Enero 1994: ALBERGUE D e nuevo la presencia de la Huelga General en las calles. La noche ha sido de limpieza general. Las calles quedaron anegadas de residuos publicitarios de la movida política. Porque política ha sido en la alta dirección parlamentaria. Los obreros, el pueblo llano, ha salido a defender sus sacrosantos derechos y conquis– tas. Pero como siempre, los políticos de sobremesa y los de despacho los han recuperado e instrumentalizado para sus pretendidas victorias... Noche de limpieza, de lavado de la huelga. Con toda la batería municipal de limpie– za el Ayuntamiento ha vuelto sus calles al día 26. La huelga ha sido un paréntesis, un desahogo otorgado a las clases populares. Y de nuevo vuelta al curso normal, saltan– do sobre el 27. El Presidente de la Nación sintiéndose descendiente del profeta lsaías, lo había anunciado alto y televisivo: « el día 28 será igual que el 26». Y aquí no ha pasado nada en medio. Es la diferencia que hay entre los que deciden y los que ejecu– tan. Entre los que acaparan el poder y los que dependen de él a como cae. Cruzo las calles luchando con las esquinas. Todas esas esquinas por las que puedo torcer a la derecha o a la izquierda y nunca llevarte a nada. Es la imagen misma de la marcha del pueblo en estos tiempos ya supranacionales en sus crisis y en sus soluciones. Se han roto las derechas y las izquierdas. Habrá que ir creando otras estructuras sindicales. Un sindicalismo moderno en un mundo obrero muy cambia– do... Habrá. En la política oficial sus estadísticas de la participación en la Huelga son descaradamente minimalistas. Y sus apreciaciones proceden más de los temores colectivos que de sucesos comprobados... Ya se sabe, la información es poder. La no-información es más poder... Como el pescado podrido, que siempre hiede por la cabeza... Los que van por el «centro» y derechos como una bala de cañón son las multina– cionales y los empresarios. Estos tienen claro el objetivo y apoyada la trayectoria. Estos con su agresividad competitiva saben lo que quieren y lo quieren ahora mismo. Y casi siempre lo consiguen. Sobre todo-y es curioso- con ocasión de Huelgas Gene– rales... Y las multinacionales con sus beneficios oceánicos mugiendo por todos los pastizales... Siempre ansiosos por «clavar» en la «cruz» a cualquier hijo de carpintero de esos que andan sublevando a pescadores y desafiando con «huelgas generales» y demás movidas laborales. 302

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