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P. Eusebio Villanueva Lunes-Martes 24-25 Enero 1994: CAPELLA- NIA EN EL HOSPITAL H a llegado la hora de irme al Hospital de Cabueñes. Son 24 horas de servicio en la capellanía. Camino recio para pelear contra el frío distribuido por la brisa, y al cruzar la calle, el santo olor de la panadería invade la acera. Respiro hondo, sólo pan ....Pan con pan no sabe... El autobús viene ensardinado y enlatado de adolescentes con libros bajo los brazos y sueño bajo los párpados... Hacen bulto, pero no ambiente. Todo lo llevan enmochilado para los sueños libres... El día no deja ecos en las cosas, por eso amanece en calma. Y las noches son una esponja, limpiadora de ruidos y desperdicios humanos. Hay como una tregua de paz, rota por algún soplagaitas. Al amanecer se despierta la ciudad lentamente, como matrona muy consentida... Las calles se desparraman de ruidos, que se multiplican como los panes y los peces bíblicos, de necesidad humana. A todo le va entrando las prisas. Parece que caminamos a toque de pito, desaforadamente... Pasan coches con cristales bajos y radios altas... Las paredes gritan la «Huelga General» del día 27, las tapias y empalizadas también lo gritan. De pronto la calle se ha vuelto gritona y contestataria... Los gobiernos pasan, las desgracias quedan. Oyendo la radio conectada del autobús uno diría que nada funciona, pero todo sobrevive. La crisis suena por todos los poros de la radio. Y la corrupción se extiende como mancha de aceite de colza sobre la vida ciudadana... Se pelean el Gobierno y los Sindicatos. Y nadie se baja de la mula, no se arreglan «nipa dios», como dice el asturiano... El pueblo dice «callando», es ciudadano de silencios atemorizados cuando no ve salida clara ni de unos ni de otros. Y eso alude a grave y difícil. .. ¿Por qué no «dialogan», si están condenados a entenderse o morir?. Una vez más los pobres venidos al mundo a lomos de la mala suerte... La clase política y laboral, que para cada solución tiene un problema y tres ambiciones... Es el turno de los camaleones. Y nadie ha enseñado a las humanidad sobre los políticos tanto como estos humildes animalitos... Definiéndose por lo que rechazan, pero sin una idea clara de lo que buscan y el cómo... ¡Si, al menos se desensolemnizaran!. .. 292