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Las 5 llagas del Señor Jueves: 20 Enero 1994: ALBERGUE L a noche ha cantado a la luna y la luna ha decorado de fantasía las azoteas y techos de la ciudad dormida. Desde la altura de mi celda conventual, hasta donde se logra la vista, he oteado el amanecer. Aquí, en estos días, te vas lejos de cualquier parte y siempre llueve. Pero hoy no. Hoy tampoco. La luna, esa solterona de los cielos, no ha querido tules ni armiños ni mantos de visón. Se basta y se sobra desnuda en su reinado. Se ausenta despaciosamente por su plató del cielo, mientras la luz nace «rompiendo aguas» por oriente... Es buen momento para la reflexión en ese triángulo de eternidades..., en esas 3 heridas del ser humano, que cantó Miguel Hernández, la de la muerte, la del amor, la de la vida. La oración de la mañana empieza con salmodia de «Laudes» y luego es urgencia de profetas. Es oración de alabanza y de rezo para el compromiso... Podemos ayudar a denunciar lo que ocurre; a rescatar del olvido lo que ocurrió; y a estimular lo que ocurrirá. Dios y el hombre se escuchan y se hablan, para implicarnos en la tarea común de unos para otros, ya al comienzo de la jornada. Por eso es también una llamada a escuchar las voces periféricas, marginales, preteridas de los ninguneados, despojados, marginados, de los jubilados-separados-apestados– drogados-encerrados... de las 5 llagas del Señor... Porque de ahí viene una buena parte del mensaje del Espíritu. Por eso el anuncio del Evangelio se hace desde los tejados y por encima de ellos... Este es nuestro tiempo, que se nos ha «reservado» y hay que amarlo entregadamente. Mis pasos se hacen autómatas, seguros y directos hacia mi servicio en el Albergue. Soltar el alma es un gozo y ya no se ve ni el asfalto ni el adoquinado. Va el alma en alto, como un globo primoroso entre los grandes edificios de costosa ingeniería. Como si Gijón fuese, es, otra ciudad distinta y desconocida... y el día fuese, el día de San Nunca.Y el mar fuese cielo y el cielo fuese mar. Y la tierra adentro, fuese dentro de uno... Y el resto: «tinieblas exteriores» ... Que cuanto más le falta a uno el dinamismo interior, tanto más se aferra a formas exteriores... ancestrales, conventuales, del «siempre se hizo así» ... Librarse de eso es hacer primavera dentro. Y se siente la alegría perfecta de no saber dónde vivir, porque da igual... Este Jueves es una gozada larga, inacabable, completa y solitaria como la unidad... ¡Gracias, Señor, por esta mañana tan surtidor de agua viva! 281

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