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P. Eusebio Villanueva Sábado: 11 Sept. 1993: ALBERGUE A noche ha sido bello el caer largo de la oscuridad con el milmillar de estrellas, que han llegado hasta el amanecer. Para los buhos también la noche ha sido larga, larga y sola. En este amanecer siento el alma en paz y el cuerpo ligero de equipaje. Me voy para el Albergue con el corazón en alegre taquicardia. Media hora de camino. Antes se tardaba cualquier cantidad. Entre las palmeras de los jardines de Begoña estaba el pájaro... que tintipiaba de mañana en el revuelo de las palomas. Como si hubiese reventado la primavera, pero diciendo ¡adiós! al estío. Calculando ya los nuevos giros de la luna. Es belleza de Dios el amanecer. Todo amanecer. Hoy es Sábado. En mi trabajo he vuelto a resentir aquel clima de mis lejanos años de obrero en estos astilleros. Se trabajaba frecuentemente en las mañanas de los Sábados. Pero había un «clima», una «temperatura» especial. El personal se sentía mejor, más relajado, como una promesa de liberación, de pequeña «fiesta» anticipa– da, anunciada ya. Y... luego el Domingo. Algo sin prisas... ¡Qué tiempos, mi Dios! Llego al Albergue. Los alberguistas comienzan a dispersarse como bandada de 4 horizontes. Hay muchas voces, puras prisas y muchos baldosines de colores a lim– piar. Una señora baja las escaleras cantando a voz de lozana. Una canción memori– zada hace ya sus buenos ayeres... Le arranca la voz del corazón, se destempla entre raspados de garganta y sale como puede... Es curiosa esta buena señora. Acierta más por lo que ha visto y por intuición, que poniéndose a considerar. Supone que a sus años y achaques la están permitidas muchas más cosas. Porque los reglamentos son para disciplinar a los mocetes. Yo la saludo y la digo para complacer: - Señora, canta como un jilguero loco, el jilguero del Señor. Hoy la va la marcha ¿eh? - ¡Ay, hijo... si me hubieras conocido hace muy lejos! A mis años ya no se sabe si el repique es de campana o de sonaja... - Vaya, como es Sábado, se ha puesto guapetona y se va de fiesta y a deleitarse con un vinito,que mejor no lo bebe el obispo.. , la digo. - «Sábado, sabadete, camisa nueva y polvete» ... Usted de esto no sabe nada. iMejor!, así no perdió el tiempo y la vida... Tiene su teología personal muy especial y muy apañada. Es de las que creen que el que peca y reza, empata... Y no anda lejos de la verdad y del Reino... Ella resistió al 24