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Las 5 llagas del Señor Sábado-Domingo: 25-26 Dic.1993: GUAR– DIA DE NOCHE EN EL ALBERGUE P orlas ventanas de mi convento entra la noche. Viene de lejos y tiene frío. Y trae la lluvia, toda la lluvia del cielo y de la tierra. Son las 8'45 de la tarde, la hora retrasada de ponerse en camino hacia el Albergue. He celebrado la Navidad en la Parroquia con los parroquianos a las 8 h.de la tarde. Y me voy a pasar la «Buena Noche» de la soledad de Belén entre los pobres y transeuntes. Se fueron los ángeles y los pastores. Ha quedado Dios en la pobreza del mundo. Me gusta, siento gozo del bueno, del que calienta por los adentros, pasar la noche en el Albergue acogiendo y velando, «sintiendo» con los pobres del Portal. .. Dios vive del lado de estos y hay que andar a los arrimos. Las calles están apresuradas de gentes que van huyendo del frío a sus casas, las de llegar y quedar o las de acoger y prolongar... El aire es soberbio y abusón. por 4 veces me ha doblado y planchado el paraguas. A la cuarta me lo ha pliado destrozado. Las ballestas han dicho mudas¡ basta!. Lo he arrojado en un contenedor público... Corre el agua por las calles y se encharca... El perro esta allí bebelamiendo en un charco. Su «navidad» ha sido salada... He llegado al Albergue totalmente empapado. Y asi pasaré la noche hasta la vuelta al convento para mudarme. Son cosas sabidas en la costa cantábrica con sus galernadas... Me estoy recuperando de una gripe atrapada entre la noche del albergue y la mañana pasada en la cárcel, fría como la de satanás... Felizmente me he traído una caja de pastillas antigripales. Doblaré la dosis a ver qué pasa y si pasa... Hace un frío que ya te cuento. Que ni un difunto aguanta a gusto. El Albergue está a tope. sólo quedan libres 4 camas para las sorpresas de la noche. Si vienen más tendrán que dormir bien enmantados en las butacas de la sala de la tele... Espero que en estas fechas todo el mundo se haya provisto con tiempo de alojamiento «provisional» ... «Mala noche» esta Buena Noche de Navidad, por la lluvia y el viento. La lluvia cubre los valles, las montañas y los bosques, por los que el viento pasea su risa de fugitivo loco. A las 1Odejo preparado el «cuarto de guardia». Coloco por los suelos hojas de periódico para contener el flujo del agua que cae en el dintel de la puerta. El agua 225