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Las 5 llagas del Señor Sábado- Domingo: 11-12 Dic. 1993: GUAR– DIA DE NOCHE EN EL ALBERGUE .v aya por Dios! A veces se acumulan las cosas. Anoche me tocó «velar» en el 1 Hospital y esta noche en el Albergue. Allí enfermos del «ser» y aquí del «tener». Pero en todos con carencias. Es el atardecer (6 h. de la tarde) del Sábado. Salgo a la calle y parezco el bocabierta alelao, es bonito el espectáculo ante los ojos. Las calles están de gala navideña. Las luces lo llenan todo y lo transfiguran de luces de colores. Son todo en la noche peatonal. .. Un mezclado y publicitario decorado navideño en las plazas, en los ojos, en la Tele y en los escaparates... Y uno se recoge... y comienza a repensar las cosas, las ideas, las imágenes, las esperanzas inmediatas de los hombres... Y en este inmenso cañaveral humano uno se siente una frágil caña, batida por todos los «vientos» ... Olvidamos penosamente que la Navidad es, antes que nada, uno de los misterios más intrigantes de nuestra Fe. Este pasmoso e inacabable interrogante ¿porqué Dios se hizo hombre? ¿Hay mareas, locuras, alienaciones, en el corazón de Dios? Y en la respuesta uno se pierde y se encuentra a la vez... ¡Bien lo sabe Dios! Los hombres, a pesar de todo, somos buenos. Tenemos ternura y poesía... Y decoramos, vestimos nuestras creencias, con la cordialidad, la alegría y la belleza. Cierto que a veces quedamos sólo en esa alegría bullanguera y en esa belleza deco– rativa, en el villancico y la felicitación navideña, en el regalo y en los espumosos... Y en otros amores muy otros... Un elemento decorativo en estas fiestas, ya anda por los escaparates y las tarjetas de felicitación. Es el árbol de Navidad. ¿Consultamos al corazón y a la Fe? Si es o no «madera» de importación, si el clima de sus raíces es pagano o protes– tante, es detalle que no interesa tanto. Lo bello y lo bueno se agradece sin preguntar de dónde nos viene. Esta «moda» va invadiendo nuestra geografía. Nos viene desde el Norte. Allí tiene su carga afectiva y su tradición cristianizada, su símbolo, su belleza nevada. Hasta ahora el arbolito quedaba un tanto desplazado, silencioso, sin ternura. Las gentes son ajenas al significado de brumosas mitologías antiguas. A algunos no les dice mucho ni al corazón ni a la fe. Pero de hecho se va aceptando en nuestras latitudes por mimetis- 189

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