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P. Eusebio Villanueva acogedor y dialogante. El grupo cantor acertado con canciones latinoamericanas de sus misas locales. Ellas lo muestran así muy motivosas. Había ambiente y bulto... Después hemos bajado a la Sala del colectivo, saludando y hablando con unos y otros. Los jóvenes del voluntariado conectan muy bien y rápido. Me admiran de ver– dad. Se han cumplimentado encargos... y se recogen otros encargos. Hemos llegado en horario crítico, porque hemos coincidido con el momento de «comunicaciones». Es decir, la hora de las visitas del exterior, la hora del locuto– rio ... Horario, pues a revisar. Porque «comunicaciones» es algo sagrado e incambiable y todo lo demás cede plaza. Debe cederla. Realmente notable la cordialidad de los funcionarios. Y su disposición a ser serviciables en todo momento. La cárcel fría. Fría de grados de calor, fría estética– mente y más fría de amor. Es funcional, pero no humana. No se ve ni una sola decoración, ni fantasía, esos poster-ventana a un paisaje a soñar... Monotonía de colores. Prisión dentro de cárcel. .. He llevado abundancia de calendarios para el Nuevo Año y me los han pedido grandes. Volveré con más y más variados. La finalidad primordial de la prisión en su filosofía es la reintegración a la sociedad del sujeto delincuente rehabilitado. Pero de hecho socialmente es una institución que tranquiliza al ciudadano de fuera en su persona en su propiedad y en el orden establecido. Pero donde se incumplen muchos derechos humanos del delincuente y de su familia. Quiero transmitir datos tomados de informes genera– les, para mejor hacerse una idea más aproximativa. Es innegable el esfuerzo hecho por la Administración Penitenciaria. Se han mejorado edificios y construido bastantes nuevos centros. Se han planificado programas de rehabilitación nuevos. Se han dotado y aumentado el número de psicólogos, educadores, maestros, médicos y ATS, etc... Mayores garantías judi– ciales y otros beneficios de la Ley Orgánica General Penitenciaria de 1979. Y en Pastoral Penitenciaria algo más de 100 Capellanes junto a más de 2.000 miembros del voluntariado cristiano... Pero hay puntos extremadamente serios y preocupantes: La masificación crónica. Escasez de plazas, escasez de espacio. Se han usado las prisiones como instrumento de represión contra la delincuencia. Dupli– cando a veces la población penitenciaria. Con una situación de precariedad e indigencia al interior de las prisiones. Resultando un hacinamiento que va contra el respeto y la dignidad que establece nuestra Constitución y es causa de conflictos y violencias... El aumento progresivo de reclusos es de 16.630 en el año 1984 que ha pasado en 1991 a 35.000 internos. En 1994 son ya algo más de 48.000 reclusos ... Las deficiencias en servicios sanitarios, sociales, la escasa actividad cultural y deportiva, ausencia de trabajo y mal remunerado y sin aliciente y sin profesionalidad reconocida... La convivencia y su adaptación se hace dificilísima por la masificación, elevado número de internos por módulo y celda. La falta de seguridad verdadera. Agresiones contra los más débiles. Forma– ción de grupos de presión, con robo o maltrato o agresión sexual ... La «ley del silencio», que castiga severamente a quien la quebranta. Connota– ciones agresivas de «chivato», se callan las denuncias por miedo a la venganza. Los individuos quedan librados a sus propias fuerzas o a comprar protección mediante prestación sexual, o económica, o el paquete familiar que reciben ... 178