BCCCAP00000000000000000000555
P. Eusebio Villanueva Nuestra 1ª «navidad» o nacimiento y el primer acto de fe: nacimos a nosotros. Creer que somos únicos. Creer en nosotros mismos. Conocemos a nuestros padres y la cuna de sus brazos de ternura. Pero nuestra primera cuna ha sido el corazón-pensamiento de Dios. Ahí comenzamos a «existir». Somos ante todo y antes de todo un cariño de Dios y luego una historia de amor no siempre correspon– dida por nosotros. Estamos embarcados, como dice S. Agustín, en una ruta de eternidad y nadie hará la singladura en nuestro lugar. Hablamos de la fe en Dios. El habla de su fe en nosotros. ¿Creemos en nosotros mismos? Una pregunta a hacerse durante el Adviento. La 2ª «navidad» es el nacimiento a nuestra vocación humana y el segundo acto de fe: creer que tenemos una vocación en este mundo. Creer que en la Biblia hay también una Palabra que nos concierne personalmente a cada uno como llamada. No somos copias iguales, ni hojas caídas de una máquina a policopiar. No somos creados en fotocopia. Somos únicos e individualizados. Uno será Francisco de Asís, otra Teresa de Avila y otra Madre Teresa de Calcuta. Ser un santo único y todavía no catalogado: tú ... Nosotros tenemos que acoger en nuestra «tierra» la semilla de la Palabra que el Sembrador nos destina y nos conviene. Para uno será «bienaventurado eres si llo– ras». Para otro será «aprende de Mí que soy manso y humilde de corazón». A otro le dirá «sígueme». A cada uno su simiente, su grano, a cada uno su «llamada secreta», su vocación personal. Dios me ha «escrito» su Palabra.¿Tengo fe en su llamada? ¿Es que yo sé que tengo que nacer a su Palabra? Otra gran pregunta en este Adviento... La 3ª «navidad», el nacimiento a nuestra alegría eterna y es el tercer acto de fe: creer que el más bello día de mi vida será el día de mi muerte. Es un acto de fe difícil. Creer que ya estoy ahora en la dimensión de la dicha de su Reino; pero en «adviento», en espera activa, como en el seno de la madre, madurando para nacer. Pasar la Puerta hacia la Luz. Un día yo veré. Dios nos ha enviado a esas 3 Navidades-nacimientos de nuestra vida. Son 3 actos de fe para este Adviento y no son fáciles de asumir. Son a vivir en medio de la noche de los sentidos. Como los 3 actos de Fe en las Navidades de Dios: Navidad, Eucaristía y Resurrección... Esta falta de fe o no ver claro, me recuerda aquellos versos de un negro que me golpearon en medio del pecho y de la vida: «Yo no soy más que un simple pasajero. Yo no hago más que pasar por este mundo, donde todo es borroso, donde todo es negro. Yo no sé quién soy, dónde estoy. Yo no sé dónde ir, dónde quedarme. Por donde yo voy, soy rechazado. ¿A quién pertenece esta tierra? ¿A quién pertenece este mundo, para que yo sea siempre extranjero? ¿Quién me aceptará en su tierra, quién puede acogerme en sus brazos? Yo vengo de lejos, de muy lejos. Yo no soy más que un objeto para unos. Yo no soy más que un vale-nada para otros; 160
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz