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Las 5 llagas del Señor Dios, si no tenemos las puertas abiertas sobre la calle de los hombres?¿De qué vale levantar las manos al cielo, si no las tendemos hacia las personas? ¿De qué vale hacer ofrenda de fe al Señor, si no entregamos el corazón a los «otros»? Me gusta hacer esta Oración al atardecer de la jornada y que recogí de no sé donde: «Cristo, no tienes manos; tienes sólo nuestras manos para construir un mundo donde abunde la salud y la salvación. «Cristo, no tienes pies; tienes sólo nuestros pies para poner en marcha a los que sufren y llevarlos a la libertad. Cristo, no tienes labios; tienes sólo nuestros labios para proclamar a los sanos el valor de la vida. Cristo, no tienes medios; tienes sólo nuestra acción para lograr que todos los hombres seamos hermanos. Cristo, somos la única biblia que el mundo lee aún, somos el único mensaje liberador de Dios-Padre, escrito con obras y palabras eficaces que todos son capaces de entender, porque están dirigidas a través de los enfermos y ancianos a Tí" En el Albergue caras nuevas. Los transeuntes que van y vuelven, como a puerto en tiempo de galernazos... Un señor, cargado de años y achaques, se anda quejando y camina encogido de dolores desatados. Tiene que sentirse bastante mal, pues es de los que nunca se queja ni lacrimea. Hoy visita médico. Algo le sucedió en su termostato, que apesar de beber los rayos del sol y con abrigo, tirita de frío como el señor del invierno. Y doblado como si llevara un remordimiento en la boca del estómago. ¡Ay de los lobos solitarios en el invierno!. .. Esta noche, de nuevo la Policía trae a la joven que vino en las mismas condiciones el Sábado pasado, su marido la echó de casa. La noche pasada de nuevo el bestia de su marido la ha puesto en la calle y en la noche asesina de frío y de «eternidad» de horas. He hablado con ella. Literalmente la ha «eliminado», que etimológicamente viene de «echar del umbral de casa». Es un gesto villano de bruto irracional, ya que le viene en momentos de descontrol etílico. Este hombre, allí donde tiene que tener y va la dignidad, él sólo tiene un muñón. Se ha amputado esa dignidad y no le han instalado ni siquiera una dignidad-ortopédica de educación elemental. Y ya no tiene o no alcanza ni para ser humano. La ha recogido del abandono en un banco público el coche municipal. Porque sino, ni el Señor Santiago, que es un santo de aspecto muy eficaz montado sobre caballo, la habría salvado del desafuero de la noche. Su hombre debe ser gente muy mula, que piensa que a los demás se les puede sacar al aire de la noche como a un canario loco. Estuve alentándola, que es transmitir aliento, resuello, oxígeno como si no hubiera perdido la esperanza, que ya ha perdido... Se dejó caer sobre el banco 151

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